Esos ángeles podían leer en la mentes pero por qué decían que todo depende de su decisión. Eran muy oponentes, si me peleaba con ellos, perdería ya que eran mucho más fuertes que nosotros cuando Silvia se dio la vuelta para lanzarme una mirada, vi que esa mirada estaba llena de tristeza y sufrimiento, me acerqué a ella para comprender mejor, ella tomo mi mano y con la otra acarició mi rostro, me hablo con una voz triste.
-Hayden... Me... Me tengo... Que...
Ya sabía lo que me iba a decir que la bese para que no siguiera, sus besos parecían una despedida, la paré y le pedí que no se fuera pero me dijo que no tenía más opción, la miré con los ojos llenos de lágrimas y le dije que siempre teníamos opción, ella me miro con una de sus triste mirada y me acarició el rostro, pidiéndome que la comprendiera y que cuidará a nuestros hijos hasta que ella llegará y entonces jamás se separarían.
La abrace por un largo momento y les pedí que por favor me dejarán el plazo de dos días, pero los ángeles me dijeron que podía quedarse esta última noche conmigo y que mañana, se irían. No tenía más opción, les pedí a mis guardias que le dieran cuartos, mientras que yo, esta noche no dejaría que nadie nos interrumpiera, la alce para llevarla a nuestra habitación, les pedí a sus padres que esta noche cuidarán a los gemelos.
La eche en la cama y la desvestí, recorrí su cuerpo cuando ella me levantó la cabeza y me dijo:
-Amor, no llores.
-Como quieres que no lloré, si tu te irás.
-Te prometo que no será largo.
Me beso con pasión y yo la seguí, esa noche no la deje dormir, ella fue mía por última vez, ya que no sabía sí volvería. Al día siguiente me desperté y la vi que se estaba cambiando, se puso un short jeans corto, con una solera blanca, tenía botas de soldado, la acompañe abajo y de sus espaldas salieron alas, se transformó con un vestido blanco que tenía un cinturón en oro y sandalias de oro, la bese y vi como se iba.
Los días pasaban y ella no llegaba, los meses y nada, luego los años y aún no llegaba, pensé que nunca llegaría.
-Papi, Jason dice que mami, llegará.
-Papa, lo espera Scarlett.
-Si, ahora ya tengo cinco años, Scarlett será buena con mami.
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Un amor imposible
VampirSilvia nunca creyó en las criaturas místicas, ella pensaba que todo esos cuentos eran sólo por asustar o crear sueños en los niños. La vida de Silvia da un giro excitante y aterrador cuando lo conoce. Ella quiere escapar de el pero poco a poco se e...