Silvia

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Cómo se atrevía amenazarme con mi hermano, lo que quería decir es que no tenía más opción que aceptar este matrimonio. Y que esperaba yo, que me besará, me estoy volviendo loca, no debía enamorarme de él, y él por qué me beso y me dijo que no era mi primer besó, estuve petrificada un largo momento, extrañaba mi vida de antes aunque no era muy bonita pero lo que más extrañaba era Louis, pero también Chelsea.

Yo era libre como un pájaro y ahora era unos de esos pájaros en jaula, que nunca más podrá volar, me puse de pies y me mire en el espejo, viendo como era yo ahora, normalmente mis padres me decían que uno decide su futuro pero el mío ya estaba escrito, tenía odio hacia mis padres, como podían haberme dado a una criatura como él, cuando un toque a la puertas trae a la realidad, era Edward que me pidió que lo siguiera donde Caro se encontraba, lo mire y lo seguí antes de llegar le pregunté.

-¿Qué harías en mi lugar?

-No lo sé...

Él sabía que no era lo que quería escuchar, entonces se plazo detrás mío y suspendió mi mentón para que mirará el cielo oscuro con sólo una estrella que brillaba, era la estrella del polo Norte, no sabía donde quería venir, él me miro y me dijo con una voz suave.

-Sabes esa estrella eres tu, la oscuridad es el rey, no tienes salida, me gustaría ayudarte a escapar pero mi deber es obedecer. No me gusta verte triste, él no es malo y si te lástima entonces me opondré a él para que nada malo te suceda.

Esas palabras alegraron mi corazón, me di la vuelta y place mis brazos encerrando su cintura. Él me miro y me pidió que lo soltará por qué el rey nos vería y se enojaría, lo obedecí y me llevo donde Caro, era muy bonita se parecía mucho a Chelsea sólo que ella tenía los ojos azules con grises, se me acercó y me dijo que fabricó con su magia varios vestido y me pidió que me los ensayará, el primero era muy voluminoso abajo, el segundo parecía sirena, en cambio el tercero era hermoso, era una mezcla de los dos. Ella vio que me gusto y me dijo que me lo quedará.

Faltaba un día para mi matrimonio, me aburría sola en mi habitación, no había visto Hayden desde que me dio un besó. Pero que pasaba conmigo, me estaba preguntando desde cuando me preocupaba por su ausencia. Me puse el vestido, cuando hizo su aparición. Me quiero morir, no quería que me viera así pero ya era tarde. Venía de exponerme al lobo, se me acerco, al retroceder me tomo por la cintura y me dijo.

-Eres muy bella, en ese vestido, pero no me gusta que mires con esos ojos dulces a Edward, al único que debes mirar, soy yo, esta claro princesita mía.

No sabía que responder cuando me soltó y me pidió que me cambiará para que fuéramos a dormir. Qué jamás en mi vida dormiría con él, le dije que no pero él me agarro y me quitó el vestido, dejándome sólo con mi calzón negro que combinaba con mi sostén, pensé que me iba a violar pero no me tiró unas de sus poleras y me pidió que me cambiará, lo hice y me metí en la cama, el durmió a lado derecho y yo izquierdo sin darme la vuelta hacia él.

Un amor imposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora