Silvia

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Cuando me desperté remarqué que Daniel ya se había levantado, en puse de pies y me dirigí a mi armario saqué un vestido blanco con un cinturón negro, luego me puse bailarinas, tomé los niños y los puse en el carrito para llevarlos a pasear un poco, pedí ayuda a Mark el segundo chef de la manada, él me ayudo a bajarlos luego le dije que donde estaba mi marido y me dijo que se encontraba en la grande sala, fui a verlo para decirle que iba a salir, cuando entré vi a Rose y Hayden hablando con mi marido.

-Disculpa si te interrumpí.

-No, dime a donde ibas.

-Iba a sacarlos a pasear para que así nos dejen dormir en la noche.

-Ya veo.

-Bueno, te dejo.

-Cariño...

-Si dime que pasa.

-Los vampiros me dijeron que aceptarían...

-Le dije a tu marido que yo, rey de vampiros aceptaría la paz si tu, su esposa iría a pasar una semana en mi castillo...

-Que, espera estas tramando algo Hayden.

-No tramó nada.

-Te conozco bien.

-No tanto, decía tu y tus hijos vendrán una semana en mi reino.

-Jamás...

-Ya la escuchó, ahora se puede ir.

-Bueno, entonces la guerra sigue.

Que tenía que hacer, todo dependía de mi.

-Espera, acepto.

-Cariño.

-Sólo es una semana.

-De acuerdo.

-Bueno, diles que preparen tus cosas por qué te vienes hoy a mi castillo.

Que era muy pronto pero no podía decir que no, ya que yo podía parar esta guerra, debía intentarlo, le pedí a Mark que preparará mis cosas y el de los niños, cuando Mark trajo mis cosas Hayden pidió a sus guardias que lo llevarán al palacio, y nos fuimos caminando despacio.

Cuando llegué, Amy me saludó con los brazos abiertos y dijo que mis hijos se parecían harto a Hayden por qué tenían los ojos rojos, cuando vi que Hayden se alegró comprendí su plan, quise huir pero me agarró por la cintura, le dijo a su hermana que cuidara a sus hijos o sea sus sobrinos, él me llevo a un lugar que no era la torre donde vivíamos antes, era un calabozo, entramos y vi sus nueves mujeres. Lo miré enojada, diciéndole de por qué hacia esto, Hayden dijo que me dijeran la verdad sobre la letra, ella me explicaron toda la verdad.

Salí, enojada conmigo misma, las lágrimas en los ojos, él se me acercó y me abrazó por atrás.

-Hayden, déjame ir es mejor para ti y para mi.

-No te dejare y lo sabes bien, tu y yo no podemos separarnos, nos amamos Silvia.

-Te lastimé.

-Y yo a ti, te lastimé con esa letra falsa.

-Pero no fuiste tú.

Él me dio la vuelta y me susurró.

-Chut, déjame saborear tus labios de nuevo, déjame sentir tu aroma, déjame tocar tu cuerpo una vez más... Silvia te amo más que nada en el mundo.

Me deje llevar por el sonido de su boca que caí en su red, a decir verdad yo también extrañaba todo de él.

Un amor imposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora