Hayden

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Salvé a la madre de mi esposa, haciendo que tomará mi sangre para que ella pudiera calmar a su hija, su madre la calmó y ahora Silvia se había desmayado, la llevé a la habitación, su madre quiso pasar las noches con su hija, hasta que ella se despertará, yo y Gilles estábamos afuera sin nuestras mujeres, también habíamos traído a Adrien, por que se había preocupado por su hermana.

Silvia no despertaba desde casi cinco días, cuando un guardia me dijo que Daniel estaba aquí para llevársela, m di cuenta que tenía que hacer todo para que comprendiera que ella tenía que quedarse conmigo, me dirigí a la sala de conferencia donde lo atendí y le dije que ella estaba dormida, por que... No podía decirle la verdad, cuando Daniel me preguntó si ya se había enterado de que era un ángel, le pregunté de donde sabía eso y él me dijo que los hombres lobos sentían la presencia de los seres de luz. Le dije que tenía que quedarse, ya que era mi esposa todavía y que tenía a mis hijos, Daniel se enojó pero comprendió y me dijo que vendría a verla de vez en cuando, no podía prohibirle y le dije que sería bienvenido.

Salí de ahí y caminé un poco, cuando vi a Rose que se acercaba hacia mi, nos sentamos sin hablar por un largo momento cuando mi gemela fue la primera en hablar.

-Hayden, me alegró por ti.

-Gracias, hermanita.

-Sabes, tienes que cuidar de ella. Silvia es como una perla es muy difícil de encontrar pero fácil de robar, alguien te la puede quitar y no lo digo por los hombres lobos, o los humanos si no por su propia raza.

-Lo sé, hermanita.

-Y como se encuentra.

-No se despierta aún.

-Ya veo, ven te acompaño, quiero verla.

Mi hermana y yo entramos a la habitación de Silvia, vimos a su madre llorando, suplicando que no se la llevará, me acerqué a ella y le pregunté de quien hablaba y ella respondió, de su padre, Dios.

Entonces, era por eso que Silvia no despertaba, Dios se lo impedía. Su madre la tomó de las manos y le hablo.

-Por favor cariño, abre tus lindos ojos, tus hijos te necesitan, tu hermano te necesita, tu padre, yo te necesito.

-Amor, te necesito, abre tus ojos.

Silvia abrió sus ojos y nos miró, diciéndonos que vendrían a vernos, era cierto estaba hablando con su padre celestial. Les pedí a mis guardias que trajeran a mis hijos, los trajeron y los metieron a lado de su madre, Jason y Scarlett sintieron el olor de su madre que se calmaron, conmigo también se calmaban pero preferían estar con su mamá, su madre le dio un beso suave y se fue a dormir en la habitación que le había dado, saco a su marido y a su hijo, Rose comprendió que tenían que dejarnos a solas, salieron y me quede con ella, me acerqué y me eché a su lado.

-Silvia Novak, nunca en tu vida me hagas eso.

-Lo siento.

-No es fácil perdonarte al menos que..

Cuando me dio un suave beso en mis labios, y me dijo que lo lamentaba, no podía enojarme con ella. La serré en mis brazos, juntos a los niños. Quería que esto durará por siempre pero sabía que los seres de luz, llegarían. Silvia y yo teníamos un amor imposible.

-Silvia, jura que nunca nos separaremos aún sabiendo que tendremos dificultades pero siempre lo enfrentaremos juntos.

-Lo juró, tu jura que jamás en tu vida me dejarás.

-Lo juró.

Ahora nada ni nadie nos separaría...

Un amor imposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora