La Apóstol De Las Diosas

|9|UNA VERDAD SE REVELA

Que irónica es la vida, cualquier hijo o hija se sentiría feliz de volver a ver a su madre después de mucho tiempo pero, ¿estarías feliz de verla cuando eres consciente de los secretos que guarda? Yo no desprecio a mis padres pero duele que me hayan mandado lejos para seguir con sus negocios, duele saber que han preferido el dinero antes que el amor hacia sus hija. Ellos saben mi sentir y aun así no han cambiado nada, no van ni una sola vez a verme a Austin, siempre he sido yo la que viene a verlos al menos un fin de semana al año. No somos la mejor familia pero nos amamos y es por eso que tengo esta angustia y este miedo a preguntarles. Llegamos como a las seis de la tarde a Arizona, los chicos están descansando y no, Ashton no se quedó aquí, se marchó a donde su familia y es lo mejor porque no quiero enfrentarlo, no ahora.
Mis padres regresaron hace rato de sus trabajos, (la empresa que fundaron es sobre la comercialización de chocolates y derivados, es la más grande en Arizona por lo que demuestra que les va muy bien)  y justo ahora voy a su despacho, ya están allí porque lo he oído hablar hace un momento, toco la puerta y escucho un “Pase” de mi padre, al verme entrar ambos se acercan y me abrazan, me dicen que se alegran de verme, ya después de varios minutos poniéndonos al día, por fin me atrevo a hablar: -sé que estarán preguntándose qué hago aquí, cuando siempre nos vemos en agosto y aún faltan dos meses para eso- mama iba a replicar pero le doy una mirada de ¿enserio lo vas a negar? y se calla. – Iré al grano, en Austin han pasado muchas cosas y la mayoría es en el bosque, desde desapariciones, muertes, miedos y pesadillas, esta última aumentaron hace un mes, en ellas me llamaban o mejor dicho me pedían que fuera al bosque, así que fui- ambos comparten una mirada de preocupación –cuando me aventure en ese bosque vi una luz, que me llevo a ver  pasar mi vida en burbujas y vi a una mujer de tez morena, pequeña, delgada, pelo castaño, estaba en una cama abrazando a una bebita- ahora que lo pienso mi madre no tiene ni una foto de su proceso de embarazo –Creí que éramos tu y yo má, pero no porque tus fotos de hace 18 años no se parece a las de mi visión, la pregunta es ¿si no soy yo, porque me mostraron esa fotografía? ¿Quién es el que me muestra todos esos recuerdos? ¿Por qué tengo magia bloqueando mis recuerdos?, ¿Por qué tengo la sensación de que ustedes me ocultan algo?, ¿Por qué siento esta angustia?- respiro y terminó de hablar, ambos se quedan en silencio y parece que no dirán nada, así que vuelvo a preguntarles: -¿alguno de ustedes me explicara o se quedaran callados toda la vida?-
Después de  un rato en silencio, mi madre decide hablar no sin antes darle una mirada a mi padre, el cual solo asiente y suspira. –Recuerdo aquel 28 de febrero habíamos ido a ver a la nana de tu padre, pero antes de llegar empezó a llover fuertemente y rayos caían sin cesar, así que nos detuvimos, nos quedamos en el pueblo más cercano, lo más raro de esto es que no había señales de que llovería, ni siquiera la radio había pronosticado una tarde calurosa, fue como si el cielo se abriera de golpe y dejo caer un aguacero inconfundible, el cual solo duró dos horas, pero con intervalos de diez minutos llovía, se calmaba y luego empezaba de nuevo, en una pequeña fracción del tiempo había aparecido los rayos del sol, pero nuevamente se desato otra lluvia, fue demasiado raro- ella toma una respiración y es mi padre quien se adelanta a hablar, y yo sigo más confundida que antes. – mi nana es tu abuela Mali- cuando pronuncia eso, mi subconsciente empieza a crear ideas retorcidas, antes de yo poder preguntar, mi ¿madre? ¿Ellos son mis verdaderos padres o no?, bueno ella continua. –antes de que saques tus propias conclusiones deja que terminemos de contarlo todo- solo alcanzo a asentir –ese año era bisiesto, así que nosotros llegamos a Austin el veintinueve de febrero en la mañana, nos encontramos con la triste noticia de que la hija de Emily había muerto- Emily es el nombre de mi abuela y la nana de papá –murió luego del parto por una hemorragia, tu madre se llamaba dulce y era exactamente así de dulce y ella, Mali, era a quien viste sosteniendo a su bebita, a ti- no me había dado cuenta que pequeñas lagrimas salían de mis ojos hasta que ¿mi padre?... se acercó y me abrazo –nosotros la acompañamos al entierro y nos quedamos unos días con ella, días en los cuales Emily y yo platicamos, decidió entregarte a nuestro cuidado, ella sola no iba a poder ya que no estaba en edad para cuidarte como es debido, yo soy estéril y fuiste la luz de nuestro hogar, desde que te tuve entre mis brazos te amé, no seré tu madre biológica pero siento lo que cualquier madre sentiría por su hija, estoy orgullosa de ti y muy feliz porque eres mucho más madura de lo que yo fui a tu edad- ella ya está llorando, los tres nos unimos en un abrazo y por un minuto me olvido de todo cuanto descubrí hoy, me permito sentir a mi familia, me permito agradecer por encontrarme con unas personas tan generosos que me criaron no de la manera que debería de ser pero si la correcta. Me permito ser feliz con quienes me criaron durante estos dieciocho años.
________________________
¡Tan, tan, tan!

Ahora todo tiene sentido...pero entonces ¿Ellos bloquearon los recuerdos de Mali?
Descubramoslo en el próximo capítulo.

Se les quiere: Lydia Ant