Te esperaré [YOONJIN/JINSU ]

45.-Epílogo

¿Qué paso después de que Seokjin se fue? No lo sé.

Todo mi cuerpo estaba extraño, me sentía entumido, cada parte de mi ser se sentía extraño; ajeno. Todo era como un borrón en mi memoria y a la vez podía verlo todo en cámara lenta.

Dos días después que él me dejó, recordé su último aliento; escapando de entre sus esponjosos labios y lloré, So-hyun entró corriendo y me abrazó.

Seokjin murió un viernes por la noche y tengo un vago recuerdo de haber ido a casa de Hoseok, no sé qué sucedió con los demás, yo solo no quería soltar a So-hyun, mi pequeña temblaba, yo no supe como pude ser su soporte.

Sepultamos a Seokjin, junto a su hermano gemelo, un lunes. Tampoco lo recuerdo o mi mente se anestesió; no lo sé, es difícil siquiera intentarlo.

Tengo los sentidos tan adormecidos que logré entrar a la habitación que compartíamos en nuestra casa de Incheon. Y todo parece tan jodido.

Todavía tiene su olor.

Sé que Jungkook y Ken han venido a “visitarme” y de a poco se han llevado las cosas de mi ángel, lo sé porque ya no hay tantos suéteres enormes en el armario, tampoco sus zapatos.

Se están llevando poco a poco todo lo que me quedaba de mi ángel, creo que en mi subconsciente esa fue la razón que me orilló a regresar a nuestra habitación antes de que arrasaran con las últimas cosas que tenían su olor.

Cuando abrí y sentí la habitación tan fría, fue como un balde de agua fría a mi adormecido sistema, fue como pulsar el botón de encendido. La anestesia se fue.

Y me odié por haber entrado porque el dolor que sentí en el hospital regresó a mí. Directo a mi alma, tornando todo tan frio.

No podía ver por las putas lágrimas en mis ojos, caminé a tientas por el espacio hasta dar con la cama y ya no lo aguanté más. Lloré aún más.

-Ángel… tenías que entrar primero a la cama… ya sabes… para calentar las sabanas- acaricie el edredón hablándole a la nada porque mi ángel no estaba ahí, porque mi querido ángel se ha ido.

Yo en verdad no sabía que amaba tanto a Seokjin, sabía que lo amaba, sí; pero no sabía que con tanta intensidad.

Ese maldito dolor parecía no querer abandonar mi alma, había días que lograba escuchar como Ken y Jungkook se sentaban a platicar conmigo incluso teníamos llamadas diarias de Gwacheon, llamadas que solo So-hyun respondía, de su abuela.
Yo solo había hablado poco con la señora Kim y tampoco recuerdo mucho de lo que me dijo. No tenía los ánimos

Ken había dicho que con el tiempo dejaría de doler… ¡puta mierda!... ¡el tiempo lo jodia más! ¿por qué yo tenía que seguir viviendo y Seokjin no? A Seokjin le dolió irse pero yo tengo que vivir día a día sin él.

¿Tenía siquiera sentido molestarme con él? No estaba para una reconciliación. No estaba para besarme y soltar sus suspiros de paciencia, su último aliento me lo había dado a mí.