𝙈𝙔 𝙎𝙒𝘼𝙔 𝘽𝙊𝙔𝙎; 𝖩𝗈𝗌𝗁 𝖱𝗂𝖼𝗁𝖺𝗋𝖽𝗌 ✓ ᵗᵉʳᵐⁱⁿᵃᵈᵃ

Cereales

Gala's POV

—Peep peep, peep peep—.

Sonó la alarma de mi teléfono despertándome. Estiré el brazo para apagarla y gruñí.

Que estupida, creí haber programado la alarma para el día anterior, para el día del vuelo, y me equivoqué de fecha.

Froté mi rostro, y abrí los ojos mientras relamía mis labios secos. Estiré mi cuerpo dándome cuenta de que estaba tapada con la sábana.

Confundida volteé a mirar a Josh, quien dormía boca abajo, también tapado. Supuse que fue él quien me arropó.

Sonreí antes de bajar de la cama y salir de la habitación. Caminé por el pasillo tambaleándome de lado a lado por el sueño.
Había dormido con la ropa puesta, mis pantalones de chándal grises y una camiseta de manga corta holgada. Mi pelo estaba suelto, y despeinado, y agradecía no llevar maquillaje ya que de ser así parecería un payaso.

Investigué la casa en busca de la cocina. La encontré al fin, solo quería cereales. Rebusqué en cada uno de los cajones hasta dar con una caja de cereales, solo había Froot Loops.

—Mierda, quería Reese's Puffs—maldecí—.

Fui a la nevera y saqué un brick de leche. Dejé la caja de cereales junto a la leche sobre la isla de la cocina y comencé a buscar un bol y una cuchara.

De pronto, escuché algunos pasos a lo lejos, volteé algo extrañada, eran las ocho de la mañana, y a excepción de Josh todos los chicos se fueron a dormir bastante tarde.

Me encogí de hombros y seguí con lo mío.

—Vaya, no sabía que eras una chica madrugadora—.

Una voz tremendamente familiar hablo a mis espaldas. Volteé, encontrándome con esos ojos azules que tantas ganas tenia de ver.

—¡Anthony!—corrí hacia él y le abracé con fuerza mientras él me levantaba del suelo—.

Sonreí en su hombro.

—Tenía ganas de verte, guapetona—.

—Y yo a ti, hermosura—reímos—. Iba a desayunar, ¿donde guardáis los malditos cubiertos?—.

Nos acercamos de nuevo a la cocina y yo me senté sobre la isla de esta con las piernas cruzadas. El abrió un par de armarios y cajones y suspiró.

—Había olvidado que en esta casa nadie friega los malditos platos—.

—No importa—me encogí de hombros—.

Abrí el brick y bebí manteniendo la leche en la boca, cogí un puñado de cereales y los metí en mi boca, utilizándola como bol.

—Que cerda eres—rió Anthony—.

—Lo sé—seguí comiendo—.

Nos sentamos a hablar mientras reíamos. Me gustaba estar con él. Por lo visto llegó unas horas antes y no pudo dormir ya que lo hizo en el avión. Yo le conté que estaba "enfadada" con los chicos por obligarme a estar con Josh cuando sabían que me "caía mal".