• Capítulo XIII •

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Llegamos a casa y al abrir la puerta habían globos de colores en el suelo, blancos, azules, y morados, que cool. Pero aún no se veían personas en la casa, así ¿Qué quién pudo ser?

-¿Pa' esto fue obra suya? - sonreí y el negó - Entonces sino fue usted ¿Quién lo hizo todo esto? - Entramos a la sala y nos llevamos un...

-¡Sorpresa!

Eran los chicos, Noel, Edgardo,Yalitza, Lucía.

-No crean que se nos iba a olvidar el cumpleaños de las consentidas del género, - Dijo Noel abrazándonos a ambas, - ya no son esas niñas que llegaron aquel Studio. - Fingió llanto.

-Ya se nos crecieron las greñudas. - Dijo Yalitza sonriente.

-Gracias chicos ustedes son únicos en nuestras vidas... - Dijo Bryennis mientras los abrazaba. - Pero yo necesito sacar este olor a hospital de mi cuerpo así que los dejo y bajo en un rato.

-Esta bien nena, vaya y se pone bonita. - Dijo mi padre todo sonriente.

-Yo la voy acompañar sino les importa. - Sonreí. - Con su permiso.

Subimos a la habitación de Bryennis y allí comenzó todo su interrogatorio.

-La verdad está muy lindo o mejor dicho esta divino todo esto que te a regalado. - Dijo Lucía y sonreí.

-Ah' sabes ya vuelvo. - Me levante rápidamente y me dirigí a mi habitación.

Estaba buscando su regalo de cumpleaños, se que le gustará mucho, peto no lo entraba.

-¿A dónde lo pude a ver puesto? - Me dije a mi misma - ¡Ah ya en el baño!

Lo tome y volví a su habitación.

-Chica si me hiciste esperar, quiero saber que carajos es el regalo misterioso que te dio Raúl. - Se quejó.

-Lo siento, pero no lo haré, - Sonreí, - pero ten, - Extendí mis manos junto a la bolsita de regalo.

-¡Ay, hermana!, ¿Por qué eres tan linda? - Sonrió y lo tomó.

-Ábrelo.

Era un regalo simple pero sabia que era lo que ella quería, era un reloj de diamantina y un collar del mismo con un dije de una virgen.

-Te amo, Te amo, me encanta enserio esta divino, el reloj y el collar igual, me encanta encanta dije. - Me abrazó. - Yo tu regalo no te lo voy a dar ahorita sino entre un rato, quizás en la noche.

-No importa esta bien. - Sonrió. - Y que bueno que te gustó.

Seguimos hablar pero aun insistía en saber sobre el regalo misterioso, pero a todo momento me negué a decirle.

• Raúl Ocasio •

Mi cabeza esta en otro mundo solo pensaba en esa chica, Dios ¿Qué carajos me hizo?

Bryannis me tiene mal.

Los muchachos hablan y hablan sobre chicas, el mismo tema de siempre, pero yo esta en mi mundo, hasta que Bryan se dio de cuenta que no pasa.

-¿Qué pasó Rauw, los ratones te comieron la lengua? - Dijo burlón Ryan.

-Nada de eso papi, sino que estaba empezando en unas cositas. - Le respondi normal.

-Y esas cositas ¿tienen nombre? - Dijo Edgardo mirándome pícaro.

-Si, cabrón... - Todos se sorprendieron. - Trabajo. - Mentí

-Naaah' cabrón yo pensaba en un nombre como, Faby, Bianca, Dana, eeeh, simplemente un nombre de una nena. - Bucheo Osvald.

-No nada de eso, todavía, tu sabes aún ando con la vida libre. - Dije como si nada pasara.

Un Amor Diferente A Los Demás. - [Re-Publicando] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora