Una semana después...
Los días estaban pasando de maravilla, avanzando muy bien en la academia, ya teníamos varias coreografías montadas y eran fabulosas, los muchachos daban lo mejor de ellos cada día más y eso me encantaba. Trabajar con Fefe, Raúl y mi hermano era lo mejor que se me había ocurrido, y sin dejar a un lado a Demien.
Estos días que he estado con Raúl han sido muy bonitos y llenos de amor aunque ha sido poco el tiempo que hemos compartido a solas ya que ha tenido trabajo o que regresar temprano por Rosalía y si aún estaba con ella.
Estaba en la sala de estar junto a Demien, sería un día de descanso, ya le hemos dado muy duro estos días y creo que los chicos necesitan un pequeño descanso para poder seguir dando lo mejor de ellos cada día.
Demien se encontraba en mi casa aprovechando que teníamos el día libre para poner en orden algunos papeles que teníamos desorganizados sobre la administración de las academias y tratar de ponernos de acuerdo en cuanto a la organización de los profesores.
—Esto va hacer que mi cabeza estalle, en serio, tuve que haber hecho todo eso antes de venirme. — Hablaba con Edgar por llamada. — No sé qué hacer con eso.
Edgar: Tranquila yo te ayudo con eso no te preocupes.
Yo : ¿En serio?
Edgar: Si, tranquila tu no te preocupes céntrate en lo que tienes en estos momentos que es más importante y yo me encargo de eso.
Yo: Edgar eres un ángel, gracias.
Edgar: para esa estamos ¿No?
Yo : Así es, gracias, gracias.
Edgar: De nada cariño. Bueno iré hacer eso ahora mismo no hay tiempo que perder, te dejo.
Yo : está bien gracias, cuidate.
Edgar: Igual.
Al igual que Demien, Edgar se había vuelto una pieza fundamental en mi crecimiento y en las academias sin ellos dos no hubiera logrado nada de esto hoy en día. Edgar me había y me ayudado mucho en demasiadas cosas.
Entre leer papeles tras papeles y estar firmando alguno de ellos también me reía con Demien de algunas cosas que habían pasado en la academia con Bryennis, cómo amaba a mi hermana y lo torpe que solía ser a veces cuando bailaba.
—Bryennis será nuestro dolor de cabeza. — Reí.
—La verdad es, me tiene la vida triste.
—Y el pies también. — Reímos.
— Diablo sí.
— Dem, que estaba por preguntarte ¿Cuándo es que regresas a Rusia?
—No tengo pensado volver.
— Demien… — Dije en tono irritante ya que sabía el porqué lo decía.
—Enserio, me gusta aquí.
—No podemos dejar la academia sola.
—Edgar que se encargue de ella.
—No le podemos dejar ese trabajo a él además no le corresponde, es responsabilidad nuestra.
—Bueno. Quizás después de la presentación aquí en Puerto Rico, pero solo de pasadita.
Reí.
—¿Cómo has estado estos días?, Ósea me refiero a cómo te has sentido estar estos días cerca de Raúl y todo eso.

ESTÁS LEYENDO
Un Amor Diferente A Los Demás. - [Re-Publicando] ©
AléatoireCopyright © 2020 - 2022. Ambos desconocen lo que uno hacía el otro siente por lo que ha complicado que una relación de amor nazca. Ambos llevan más de cuatro años callando su amor, haciéndolo secreto. Pero quién diría que después de años de amistad...