• Capítulo X •

620 115 24
                                    

Raúl Ocasio •

Mayo 16, Del Año 2019.
21 : 33 P.M

Aún no daban de alta a Bryan, ni Bryennis. Bryannis esta muy desanimada y hasta no a querido comer, verla así es muy difícil, estoy acostumbrado verla con una linda sonrisa en su rostro.

Había estado durmiendo con ella ya que me lo pedía, suele llorar a veces, no debe ser bueno sentirse como ella lo está haciendo.

Había llegado del studio de grabación al apartamento y al abrir la puerta se encontraba completamente a oscuras, Bryannis no se había levantado.

Encendí las luces y me dirigí a la habitación. Di tres toques a la puerta y no recibí respuesta por lo que volví nuevamente a tocar.

-Bryti, ya llegue. Abre la puerta por favo... - Abrió la puerta de habitación completamente dejándome verla. Tenía su cabello desordenado y aún se encontraba en pijama.

-Abrázame.

Me acerque a ella y la abracé. - ¿Qué pasa, esposa mía? - Acaricié su cabello.

No recibí respuesta de su parte.

Siempre sucedía lo mismo con Bryannis, sobre pensaba mucho las cosas y se deprima sin razón alguna y nunca le gustaba hablar de ello. La conocía muy bien.

-Nena, no me gusta verte así, anímate se que no estas acostumbrada estar sin ellos cerca pero no deberías llorar ellos están muy bien, no se porque lo haces.

-Sabes ni yo se porque lo hago, - Rió, - solo es que me dan ganas de llorar y mis lágrimas salen solas, solo eso. Pero yo se que ellos están bien...

-Deja de estar pensando mucho las cosas que hubieron podido pasar, te conozco perfectamente y se que es eso es lo que te tiene de esa manera.

-¿Pero sabes que también me tiene así?, en solo días tanto Bryen como yo estaremos de cumpleaños y no la podré pasar con ellos como quería, pero bueno. - Dijo cabizbaja.

La tome de la barbilla y levanté su cara lentamente hasta que nuestras miradas estaban frente a la otra, nuestras respiraciones chocaban contra sí. Un par de lágrimas bajaban por sus mejilla, con mi mano libre las limpie y ella sonrió.

- No tienes porque sentirte mal, ya verás que la pasaran muy bien, quizás no como querían, pero lo bueno es que tienen vida ¿no crees? - Dije juntando nuestras frentes y podía notar como su respiración se comenzaba a descontrolar. Sólo quería besarla.

-Tienes toda la razón. - Sonrió.

-Tienes una sonrisa hermosa ¿sabias?. - Con mi pulgares carice sus pómulos.

-No. No lo sabía, - Rió un poco, - pero gracias.

-No hay porque agradecer, nena. - Sonreí y dejé un beso en su frente para luego separarme ella antes de que hiciera alguna locura.

-Ven, vamos a jugar fútbol, tienes que distraerte aunque sea un poco, muñeca.

-Esta bien.

Nos dirigimos al patio de la casa después de haber buscado en balón de fútbol. De una u otra manera tenía que sacarla de sus pensamientos nunca me ha gustado que Bryannis piense demás las cosas pues nunca termina bien psicológicamente, y además nunca me ha gustado verla triste siendo ella una chica llena de alegría y felicidad.

-Okey, ya conoces las reglas. Cinco a cinco, si yo gano tu haces la cena y si tu ganas...

-Me llevas a Princess Beach. - Sonrió y reí siempre ha querido ir a esa playa en Massachusetts pero nunca lo ha logrado, se que algún día la podré llevar. - Okey no, compras una pizza de piña. - Sabe perfectamente que no me gusta la piña en pizza.

Un Amor Diferente A Los Demás. - [Re-Publicando] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora