Sherlyn hace lo que sea por Tommy, incluso cuando él mismo se busca los problemas.
Abrí los ojos con la luz dándome directamente en la cara, intenté moverme pero estaba esposado a la cama otra vez.
—Dios...—usé mi mano libre para frotarme los ojos.
Era costumbre que Doc usara esa sutileza para controlarme cuando me emborrachaba y hacía tonterías por el hotel. Cuando me hube bañado y vestido, me di cuenta de que eran las cinco de la tarde. Llegaba tarde al ensayo, otra vez.
—Mierda—tomé un trago largo de la botella de Jack Daniels que estaba medio vacía junto a mi cama y salí con las baquetas en la mano.
—Tommy...—Mick se levantó del amplificador en el que estaba sentado.
—Ya lo sé, llego tarde. Me duele la cabeza—ocupé mi lugar detrás de la batería.
—Tío, tienes que tomarte los ensayos un poco más en serio o...
—¿O qué?—miré a Nikki. desafiante—¿O qué? ¿Me vas a echar?
—Pues sí—se encogió de hombros—. Te hemos dicho varias veces que los ensayos son sagrados, puedes hacer lo que te de la real gana pero solo no llegues varias horas tarde.
—Vince, no vas a dejar que me echen ¿Verdad?—miré a mi amigo pero solo se encogió de hombros—¿Mick?—me levanté.
—Son las normas del grupo, chaval.
—Solo te estoy advirtiendo, Tommy, no quiere decir que...
—¡Cállate, Nikki!—los miré a todos—Muy bien, muy bien, genial. Lo dejo—solté las baquetas y me dirigí a la puerta—. Veremos a quién ponéis en mi lugar.Salí y me senté en el suelo con la espalda contra la pared. Encendí un cigarrillo, di una calada profunda con los ojos cerrados y aguanté el humo en mis pulmones por unos segundos antes de dejarlo salir.
—Tommy—escuche una voz conocida y abrí los ojos.
—Hola, nena.Era Sherlyn, mi novia. Se sentó a mi lado y me dio un beso corto.
—¿Estás bien?—tomó mi mano.
Di otra calada.
—No—negué soltando el humo.
—¿Pelea con los chicos otra vez?
—Estoy fuera del grupo—se me quebró la voz y volví a cerrar los ojos echando la cabeza hacia atrás.
—¿Quién ha sido?—sentí que colocaba mi cabello.
—Nikki.La oí levantarse y la miré.
—Espera aquí—dijo entrando por la puerta de la que yo había salido.
[...]
Entré y me acerqué al bajista.
—¡Tú!—lo empujé levemente—¿Por qué has echado a Tommy?
—Wow, para el carro. Se ha ido él, yo solo le advertí que si seguía llegando tarde a los ensayos, lo echábamos.
—Sabéis cómo es,—miré a Mick y Vince pero bajaron la cabeza—os adora y solo quiere sentirse útil en este grupo. Es el más joven, es normal que tenga más excesos y que sea menos responsable, pero creo que estamos de acuerdo en que no vais a encontrar a nadie como él.
—Ya, pero necesitamos que se comprometa a tope.
—Me encargaré de eso, Nikki.¿Vale? Dadle otra oportunidad, por favor.—lo miré con ojos de corderito.
—Está bien, dile que vuelva pero es la última, y lo hacemos por ti.
—Gracias, chicos—abracé a Sixx y les lancé un beso a cada uno de los otros antes de salir.—Amor—lo llamé y me miró, tenía el eyeliner corrido así que entendí que había estado llorando.
—¿Qué pasa? ¿Qué han dicho?—se levantó.
—Te dan otra oportunidad—sonreí.
—¡Dios, te adoro!—me abrazó muy fuerte, levantándome del suelo y hundió los labios en los míos—¡Eres la mejor!
—Lo sé—sonreí sobre su boca—. Deja que te arregle ese maquillaje, estrella del rock—le di un beso corto.Me dejó en el suelo y se agachó para que le limpiase la cara y poder delinearle los ojos con un lápiz negro que llevaba en mi bolso.
—Ya estás—besé su mejilla—. El baterista más guapo.
Tomó mi mano con una sonrisa y me llevó dentro para verlos ensayar.
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