Tommy Lee

2.7K 114 18
                                    

Tommy descubre algo que lo destroza y recurre a la persona menos esperada.

Fui a buscar a Tracy a donde ensayaba la banda de su novio, eran bastante buenos y me caían bien, mi amiga solía llevarme de fiesta con ellos. Ella salía con Tommy Lee, el baterista, un chico que tomaba muchas malas decisiones, él y Nikki siempre hacían locuras en las giras. Era rara la vez que no volvían con algo nuevo entre sus antecedentes, de hecho, eso nunca pasó. Cuando llegué, bajé del coche y vi a Tommy por fuera mirando el suelo.

—Hola, ¿está Tracy?—levantó la cabeza y pude ver su cara llena de lágrimas que no paraban de salir de sus ojos—¿Qué pasa?
—Nada, ella está dentro—señaló la puerta.
—¿Te ha hecho algo?—me senté a su lado y suspiró.
—Me ha engañado con Nikki. Hoy los pillé y nos peleamos, no sé si habrá ido a llevar a Sixx al médico, le he reventado el labio—miré sus anillos y estaban ensangrentados, también tenía heridas en los nudillos. Como no me miraba, saqué un pañuelo de mi bolso y lo mojé en la botella de agua que traía del trabajo. Dio un salto cuando empecé a limpiar la sangre de su mano, pero cuando me miró, se quedó quieto hasta que terminé.
—¿Quieres?—le di el agua.
—Sí, gracias—la tomó.
—¿Te apetece ir a mi casa y hablar? Sé que no querrás verlos a ninguno de los dos ahora, Tracy pensará que estoy trabajando, vine a buscarla porque salí antes.
—¿Seguro que no te importa?
—Claro que no, vamos—me levanté.

Mientras conducía hacia mi casa, él se miraba en el espejo del parasol.

—¿Te ha dejado la cara muy mal?
—La suya quedó peor—sentenció.
—Cuando lleguemos, te curo.
—¿Por qué haces esto?
—¿Ayudarte?—lo miré por un segundo.
—Sí, no me has pedido nada todavía.
—Ni lo haré, Tommy. Te ayudo porque lo necesitas, nada más—me encogí de hombros.
—Tracy siempre me hacía darle algo a cambio de cualquier cosa.
—Uno de los problemas que tiene salir con ella es que es un poco interesada en cuanto a lo material—asentí.
—¿Por qué son amigas? No se parecen en nada. Ella es como un demonio y tú...
—Un ángel, ¿no?—reí—No lo intentes conmigo, Lee. Los rockeros como tú no me atraen.
—¿Por qué?

Aparqué frente a mi casa y lo miré.

—Necesitan reafirmarse siempre en lo hombres que son, tirando televisiones de hoteles por las ventanas y demás—rió, seguramente recordando la vez que lo hicieron—. No me parece maduro el hecho de tener que competir entre grupos haciendo estupideces.

Cuando entramos, se sentó en el sofá y fui a buscar el botiquín del baño. Me senté a su lado e inspeccioné su rostro.

—¿Crees que todos somos iguales?—me miraba atentamente.
—Sé que ustedes son así, el único diferente es Mick—mojé un algodón en agua oxigenada.
—Bueno, la vida de estrella del rock está para disfrutarla pero también trabajamos. ¡Ay!—se quejó cuando lo puse sobre la herida que tenía en la ceja.
—Quieto.
—Duele.
—¿Qué clase de rockero eres tú?—reí—Aguanta un poco.
—Te recuerdo que soy el menor de Mötley Crüe, así que estoy en mi derecho de ser un llorica.
—¿Cuántos años tienes?—buscaba en el maletín los puntos de aproximación.
—Veintiuno, pero aparento más. ¿Y tú?
—Tenemos la misma edad—se los coloqué para cerrarle la herida.
—Pensé que eras mayor.
—Gracias por llamarme vieja—respondí seria.
—No me refería a eso, es que eres demasiado madura para...
—Era broma, Tommy—reí al ver lo preocupado que estaba al pensar que me había molestado—. Eres lindo—aparté el botiquín.
—Te lo he dicho—se encogió de hombros acercándose y yo encendí la televisión.
—No significa que quiera nada contigo.
—Ya...—me observaba con el codo en el respaldo del sofá.
—¿Qué?—lo miré al par de minutos de sentir sus ojos clavados en mí y acortó la distancia para besarme. Lo seguí mientras él se iba echando hacia delante, hasta quedar sobre mí con mis piernas alrededor de la cintura.
—Ja, te gustan los rockeros estúpidos—sonrió sobre mis labios.
—Me gusta solo un rockero pero es el más estúpido de todos—corregí acariciando su cabello.

El siguiente será Peter Criss.

Rock One-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora