Para maggieuwuuwu y ecm_gunner:
—No puedo, Olive—negó con la cabeza. Tenía varios collares de cuentas y sonaban con cada movimiento que hacía.
—Sí que puedes—le puse las manos en el pecho y suspiró.
—Una retirada a tiempo es una victoria...
—No cuando se trata de ti. Eres bueno para esto.
—No—me miró.
—Sí.
—No.
—¡Qué sí! Cualquier grupo querría tenerte, y ya les dijiste que lo harías—me crucé de brazos.
—Pero...
—¡Hey, Stradlin! Ya pensábamos que no vendrías—Axl le pasó un brazo por los hombros y yo me di la vuelta.
—¡Oye, no te vayas!—se apresuró a decir y lo miré enternecida—Quédate a ver el ensayo—dijo, aparentando normalidad pero sin quitar aquella mirada de perrito abandonado.
—Está bien.
Me senté en una mesa que había junto a donde Izzy debía estar tocando y me fijé en que le temblaban las manos cuando se acercó al amplificador para conectar la guitarra. Era su primer ensayo con Guns N' Roses y llevaba nervioso desde la noche anterior. De hecho, no durmió más que un par de horas.
—Live and Let Die—ordenó el pelirrojo antes de agarrar el micrófono.
Cuando Izzy dio el primer golpe a las cuerdas, se le cayó la púa además de que sonó desafinado y sucio.
—¿Qué pasa?—lo miró su amigo.
—Am...—se agachó a recoger la púa, estaba muy nervioso y se acercó mucho al amplificador, que empezó a pitar.
—¡Joder, ni que no supieras tocar!—se quejó un chico alto y rubio.
—Vale, pausa de cinco minutos y volvemos a empezar—dijo el vocalista.
—Vamos fuera, necesito fumar—me arrastró de la mano.
Se puso un cigarrillo entre los labios y lo encendió con las manos temblorosas.
—Tienes que intentar calmarte, amor.
—Lo sé—se apoyó en la pared dejando salir el humo.
—Eres el mejor guitarrista del mundo, solo tienes que enseñárselo y entrarás. Nadie se merece más que tú ese puesto.
—Tengo miedo de no ser suficiente, o equivocarme.
—Todo el mundo comete errores—lo abracé—. Mírame a mí cuando toques, ¿de acuerdo?—lo miré y asintió—Yo te he visto muchas veces, no te voy a juzgar si fallas.
—Vale, haremos eso—me dio un beso corto—. Te amo, y gracias por esto.
—¿Por qué?
—Por ser tan comprensiva, y ayudarme.
—Te amo, Izz. Y sé de lo que eres capaz, puedes hacer todo lo que te propongas.
Entramos de nuevo, se colgó la guitarra y se colocó de frente a mí, mirándome a los ojos e ignorando todo lo demás.
—¿Listo, Stradlin?—preguntó Axl.
—Listo.
—Bien.
Cuando empezó, los chicos quedaron impresionados. Tocaba como si sus dedos tuvieran vida propia, no falló ni una sola nota, no se salió del ritmo. Simplemente perfecto.
