Taylor es la hermana de Paul y aunque se quieren, no se soportan. Pero hay algo del grupo de su hermano que realmente la vuelve loca: Peter.
Me dirigí hacia el garaje muy enfadada, mi estúpido hermano estaba con su estúpida música a todo el estúpido volumen que daba el estúpido equipo de sonido.
—Baja eso, ¿quieres? Tengo que estudiar—me quejé pero no me escuchaban. Él y Peter, uno de sus amigos, estaban ensayando—. ¡Paul!—me puse delante para que me viera y me dio la espalda, tocando con más ganas—¡PAUL!
Como vi que no estaba por la labor de hacerme caso, me acerqué al amplificador y desenchufé su guitarra, Peter tocaba la batería.
—¡Eh!—se quejó yendo a recoger el cable del suelo.
—Baja el volumen, tengo que estudiar—ordené.
_Y nosotros tenemos que ensayar.
—Esta era una de las últimas canciones por hoy, ¿qué tal si te quedas?—ofreció el otro chico.
—¿Qué?—mi hermano lo miró mal—Taylor, no aceptamos chicas en los ensayos.
—En ese caso, me quedaré para molestarte—ocupé un lugar junto al baterista.
—Esto es increíble...—suspiró conectando la guitarra de nuevo—Haz lo que quieras pero no interrumpas.
—Está bien, Hendrix—asentí.Cuando terminaron tuve que reconocer lo bien que había sonado. Ese idiota cantaba muy bien. Subió muy orgulloso a la cocina para buscar algo de comer, ir al baño y seguramente restregarle a papá por la cara que había dicho algo bueno de su música. A él no le gustaba el estilo de su grupo, decía que era demasiado afeminado.
—¿Cómo te va con los exámenes?—Peter soltó las baquetas para mirarme nada más mi hermano cerró tras de sí.
—No lo sé, creo que mal.
—Lo harás bien, eres muy lista—me dio un beso corto y sonreí tomando su mano.
—Me gusta mucho verte tocar.
—Y a mí verte mientras toco—acarició mi mejilla—. Que sepas que estás muy guapa cuando te enfadas.Bajé la cabeza sonrojada. Llevábamos dos meses juntos, el problema era que mi hermano no podía saberlo ya que por alguna razón que no comprendo, a los chicos no les gusta ser amigos de los novios de sus hermanas. Además, Paul es un bocazas y si mi padre se enteraba de lo mío con Pete, lo declararía persona no grata en su casa más de lo que ya lo era. Eso sin contar que él tenía cinco años más que yo.
—¿Vendrás a vernos el sábado?—pasó un brazo por mi hombros para atraerme a él.
—No me lo perdería por nada del mundo—se quedó mirándome un par de segundos hasta que no pude aguantar la risa y él me imitó—. ¿Qué?
—Eres preciosa—besó mi mejilla.
—Sales al escenario con un maquillaje de gato, creo que eso debería decirlo yo—agarré una de sus baquetas.
—Me gustaría poder estar así contigo sin tenernos que esconder—comentó mientras yo daba toques leves en uno de los tambores.
—Lo sé. A mí también pero de momento es mejor seguir así, al menos hasta que Paul madure un poco.
—Pues vamos a tardar en poder contarlo—rió levemente.
—Siento que tenga que ser así, pero no quiero que mi padre se ponga con tonterías, ya sabes cómo es.
—¿Capaz de castrarme si sabe que me acerco tanto a su hija?—sonrió—Sí.
—Pero lo sigues haciendo—dirigí su cara empujándola con la baqueta suavemente para que me mirase.
—Me puedo acercar incluso más, así que no me provoques—me dio un beso corto.De repente, escuchamos pasos bajar la escalera hacia el garaje y nos separamos.
—Sí, es muy buen guitarrista—comentó Peter como siguiéndome una conversación cuando mi hermano entró.
—Lástima que sea tan idiota.
—¿Hablando de mí, hermanita?—sonrió dándome una CocaCola.
—Sabes que eres nuestro tema favorito, querido—contesté sarcásticamente. Se apoyó en la pared junto a nosotros y dio un sorbo a su lata.
—Eh, harían buena pareja ustedes dos—se secó los labios y miré a Peter boquiabierta.El próximo será Jim Morrison.