Flake sufre el peor bloqueo creativo de sus vida pero su chica sigue creyendo en él, incluso cuando él mismo no lo hace.
Llegaba a casa del trabajo y cuando abrí la puerta estaba todo en silencio.
—¿Flake?—lo llamé avanzando por el pasillo oscuro que daba hasta nuestra habitación. Me di cuenta de que había una pequeña luz encendida así que debía estar allí. Me asomé a la puerta y pude verlo sentado en el escritorio con los brazos cruzados y al cabeza sobre ellos, sus hombros subían y bajaban—Flake...—me acerqué.
—Soy un inútil—sentenció sin mirarme.
—¿Qué? Eso no es verdad—puse las manos sobre sus hombros.
—¡Llevo todo el día escribiendo y no puedo hacer nada bien!—se levantó de repente haciéndome dar un paso atrás—Es todo basura—rompió los papeles que tenía en las manos. Por el suelo se podían ver varias hojas arrugadas en forma de bola.Me acerqué de nuevo a él, esta vez tomando su cara entre mis manos.
—Escucha...cuanto más lo fuerces, menos inspirado vas a estar. Yo sé de lo que eres capaz pero es normal pasar por momentos de bloqueo.
—Pero...—sollozó con la nariz roja antes de suspirar—Está bien.
—¿Has comido lo que te dejé para hoy?
—No, no he salido de aquí a penas—miró por un momento la mesa cubierta de papeles escritos y tachados.Lo abracé y hundió la cara en mi cuello.
—Estoy harto de que no se me ocurra nada bueno—susurró.
—Cada cosa llega cuando llega, amor, no te preocupes—acaricié la parte de atrás de su cabeza.Tomé su mano.
—Venga, vamos a cenar y luego te ayudo a escribir. Seguro que entre los dos conseguimos algo.
—Gracias, amor—se inclinó para darme un beso en los labios.
—Y que sepas que para mí siempre serás el mejor, ¿de acuerdo?—lo miré a los ojos y se le iluminaron.
—Te amo—me abrazó con fuerza y sonreí.
—Y yo a ti.Perdonen que sea tan corto pero no conocía a Flake y me ha costado un poco sacar cómo sería su personalidad, al final he decidido darle un toque tierno. Espero que les haya gustado uwu.
Me he quedado sin pedidos ¿A quién más quieren?