El padre de Dana tiene que elegir entre el dinero o su hija y tras elegir lo segundo, la chica recurre a quien verdaderamente es su familia.
Acompañaba a David a todos los ensayos, permanecía sentada frente al grupo mientras él cantaba Moonage Daydream. No podía evitar sonreír cada vez que me miraba o se acercaba.
—Keep your electric eye on me, babe—cantó señalándome mientras mi corazón se aceleraba y él sonreía por la cara que se me ponía cuando hacía eso.
Me perdí en sus ojos celestes pensando en cómo había empezado todo. Llevábamos cinco años juntos, habíamos pasado por muchas cosas, tanto buenas como malas, y gracias a una simple decisión.
—Papá, ¿te pasa algo?—hablé mientras él solo comía, era la cena más incómoda que habíamos tenido nunca.
—No, hija, nada—negó sin mirarme.
—¿Seguro?Vivía con él desde que mi madre se había ido sin importarle lo más mínimo que dejaba a una niña de tres años atrás. Él era un hombre de negocios, trabajaba en unas oficinas de la ciudad.
—Verás...—suspiró soltando la cuchara—tengo algo que decirte pero quiero que pienses en ello como una oportunidad. Tienes 17 años, sé que quizás te parezca precipitado pero...
—¿Qué ocurre?—lo interrumpí, cuando se ponía nervioso hablaba sin parar.
—Me han ofrecido un cargo en una multinacional japonesa y lo he aceptado, tengo que trabajar todo el día. Viviré con el jefe pero...—tomó aire—me han puesto la condición de que no te puedo llevar conmigo.
—¿Estás de broma, verdad?—abrí mucho los ojos y él negó—¿Me vas a dejar como hizo mamá? ¡No, ni siquiera eso! Ella se fue porque no me quería pero tú prefieres el dinero antes que a mí—me levanté.
—Dana, por favor...
—¡Eras lo único que me quedaba en el mundo! ¡Tú eras mi familia y ahora me abandonas como hizo ella!—las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos.
—Hija...lo siento—bajó la cabeza—. Te mandaré dinero para...
—¿No entiendes—lo miré a los ojos—que te quiero a ti? No quiero dinero, quiero que mi padre esté conmigo. Ya veo que no estoy en tus planes de futuro, espero que te vaya muy bien, Robert—subí a mí habitación.Preparé una mochila con toda la ropa que pude meter en ella y bajé.
—¿Dónde vas?—me paró.
—A buscarme la vida, igual que haces tú. Espero que cuando te jubiles o te despidan, no se te ocurra intentar verme. Eres el peor padre del mundo.Fue lo último que dije antes de empezar a caminar por la calle. Me había equivocado, él no era lo único que me quedaba en el mundo, había alguien más. Llamé al timbre de su casa y abrió con el pijama puesto además de una taza de chocolate caliente en la mano.
—Dana, ¿pasa algo?
—Mi padre se va a vivir a Japón y me va a dejar aquí—sollocé—. Va a hacer lo mismo que mi madre, me he ido de casa.
—Está bien, entra—me dio la taza—. Siéntate.David llevaba siendo mi mejor amigo desde el colegio y nunca me había fallado.
—Cuéntame—tomó una de mis manos y me miró con atención.
Tras contarle todo lo que acababa de pasar, suspiró.
—Él sabrá lo que pierde, tú vas a vivir conmigo—acarició mi mejilla, retirando los restos de lágrimas—. No es una mansión pero nos apañaremos...
Lo interrumpí estampando un abrazo contra su cuerpo, casi haciéndolo caer sobre su espalda.
—Gracias, David—susurré.
—Sabes que yo nunca te dejaré sola—me envolvió en sus brazos—. Ahora tu familia soy yo y si tú padre quiere perderte, que lo haga. No necesitamos a nadie más mientras estemos juntos.—Nena, ya hemos acabado—movió una mano frente a mí cara y salí de mis recuerdos—. ¿Dónde estabas?—sonrió tomando mi mano para levantarme.
—En el principio—lo imité antes de ponerme de puntillas para juntar sus labios con los míos—. ¿Sabes que te amo?
—¿Sabes que yo a ti más?—me abrazó con fuerza y suspiré sabiendo que, definitivamente, ese era mi lugar.El siguiente será Ace Frehley, déjenme a quién más quieren ver, en los comentarios💜