Allie hace un gran sacrificio para que Malcolm conserve su trabajo pero, cuando se lo cuenta, él le deja claro que ningún empleo vale tanto la pena.
Me desperté y cuando salí de la habitación, lo vi de espaldas sin camiseta tocando la guitarra. Sonreí tomando un momento apoyada en el marco de la puerta para observarlo con una sonrisa. A veces paraba y escribía algo en una libreta. Pareció notar que lo miraba ya que se giró.
—Buenos días—apartó el instrumento para levantarse y caminar hacia mí.
—Buenos días—sonreí.Me abrazó tras dejar un beso corto en mis labios.
—¿No tenías ensayo esta mañana?
—Lo he hecho aquí, no me parecía bien que te encontraras sola después de lo de anoche—me miró encogiéndose de hombros.
—Ya, estuvo bien—miré a otra parte.
—¿Quieres desayunar?Negué con la cabeza y él suspiró.
—Ya...tienes que irte—volvió sobre sus pasos para sentarse de nuevo a tocar.
—No te enfades—puse las manos en sus hombros y besé su mejilla desde atrás.
—Estoy harto, Allie. De verdad.
—Suelta eso y mírame—ordené quitándole la guitarra para ponerla sobre el sofá—. Sabes que esto lo hago por ti.
—Yo no te lo pedí—me miró enfadado.
—Lo sé, pero tú sabes que es necesario, no tenemos dinero.
—¿Puedo pedirte que lo dejes? Por favor—se le cristalizaron los ojos y me senté sobre sus piernas.
—Está bien—acaricié su mejilla.
—Ningún trabajo vale tanto la pena, prefiero vivir en la calle antes de saber que pasas la noche con otro.
—Sé cuánto significa ese empleo para ti, así que no quería que lo perdieras. Cuando escuché que te iban a despedir, no se me ocurrió otra cosa. Lo siento—bajé la cabeza.
—No quiero que lo vuelvas a hacer, no vale la pena. Sé que quieres cuidar de mí pero que le den al trabajo, ya encontraré otro. Esta no es la manera, nena.Suspiré apoyando la cabeza en su hombro para abrazarlo.
—Te amo.
—Yo también a ti—besó mi cuello.Perdón si es horrible xd estoy intentando volver a hacer shots.
El siguiente será George Harrison, ¿a quién más quieren ver?