– Delfín, delfín, ¡te dije que era un delfín! – La voz de alguien hizo eco en todo el teatro. Arista echó una mirada hacia el frente con una mueca mientras observaba a los encargados de la obra pelear sobre alguna tontería. Un chico rubio de apariencia delgada, vestía con el traje de un pez payaso de modo que este le atravesara el cuerpo y vistiendo con mallas negras hasta el cuello.
– Pero ya es tarde, ¿dónde conseguiré el traje de delfín? – El muchacho preguntó con una mueca molesto.
– Te dije hace dos días que lo hicieras.
– Pero no lo pude hallar.
– No vamos a cambiar la obra. Busca el traje...
Con una mueca, intentando aguantar la risa, Arista colocó una mano sobre su compañera de cabellera rubia que respirada hondo mientras sostenía un ancho libro en sus manos. Ella le sonrió amablemente.
– Todo va a estar bien, sabemos que eres la mejor con ello.
– Aun sigo sin creerlo. Había mejores chicas para interpretar a la sirena principal y me eligieron a mí – Ella dijo con una sonrisa, sus ojos marrones brillaron de emoción.
– Estaremos aquí para apoyarte en todo – Dijo una de sus amigas mientras alzaba un bolso que traía en sus manos y le daba unos golpes – Tenemos toalla, botellas de agua, pastillas de mentas. Todo lo que necesites para actuar y cuidar tu voz.
– Y que podamos saltarnos las clases es un bono extra – Meg asintió con una sonrisa antes de alzar un pulgar – bien hecho, Lilly.
– Ustedes nunca cambian – La nombrada hizo una mueca mientras se reía suavemente.
– ¡Está bien, jóvenes! – La profesora dio un aplauso que resonó por todo el lugar, un gran eco que había causado la atención de todos hacia ella – Vamos a empezar con el acto uno. Voy a asumir que todos se han aprendido el libreto. A la única persona a la cual le permitiré tener errores con los diálogos y las canciones será a mi estrella, la señorita Fields, los demás si tienen errores habrá problemas.
Hubo algunas quejas en cuanto a sus palabras. Arista vio a Lilly sonrojarse y ocular su rostro tras el libreto en sus manos mientras algunos chicos participantes de las obras se quejaban todavía más. Arista sonrió volteándose hacia la salida del teatro, debatiéndose de si volver a clases o saltárselas y quedarse ahí.
– No, no, no – Volvió a escuchar la voz del director de la obra – Esa no es la canción que íbamos a tocar.
– Pero me gusta esta melodía – La chica en el violín dijo con una mueca molesta.
– Por favor, apégate al plan. Dios, músicos, nunca puedes con ellos.
– Deberías calmarte un poco – Arista se tensó. La voz de Ariel resonó en las paredes del teatro. Riendo suavemente ante la alteración del muchacho de mechones azules.
Pensándolo bien, volver a clases no sonaba tan mal.
– Urchin, te dije que te cambies ese disfraz – El muchacho ignoró a su hermana y luego salió corriendo detrás del chico vestido de pez.
– ¿Qué le sucede? – La pelirroja se cruzó de brazos e inclinó la cabeza con una ceja alzada. Arista vio a la profesora acercarse a ella con una expresión dura en su rostro, cruzada de brazos.
– Aparentemente Nolan fue ingresado en el hospital por una infección estomacal. Estará bien, pero no podrá dirigir la obra así que el señor Fisher está encargado de dirigirla.
– Oh...
– Parece que la presión puede con él.
– No, él es así – Ariel rió suavemente.
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Melodía del Corazón
FanfictionElla y la música tenían una conexión especial, nadie la amaba más que ella en el mundo. Pero cuando un accidente busca convertirse en tragedia, Ariel sentirá que la música que tanto ama se le escapa entre las manos por un agujero negro. Para recuper...