Día 12: Amuleto

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Día 12

Amuleto de la Suerte

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Adrien Agreste tenía un concepto bastante ambiguo de lo que era la suerte, pues en su caso, todo el mundo solía decirle que era muy afortunado. No solo era rico, sino también apuesto y su rostro estaba en todo París, pues no había alma que no supiera quién era el hijo del prestigioso diseñador de modas, Gabriel Agreste; pero a pesar de todo eso, él no se sentía para nada afortunado, al contrario, sentía que era bastante desafortunado.

Claro, cualquiera que viera su habitación, pensaría que es afortunado por tener lo que todo el mundo quisiera, pero él miraba cada objeto como si fueran tapaderas emocionales que reemplazaban las carencias afectivas que padecía.

No sabía lo que quería todo el mundo, pero por ejemplo, él no disfrutaba tener una larga mesa en el comedor porque la mayoría de las veces comía solo, y si su padre lo acompañaba, con suerte podía ver su rostro o los gestos que hacía.

Vivía en una mansión que parecía más una fortaleza, una jaula gigante para tenerlo encerrado y protegido del exterior, cuando en realidad estar en el interior de ella le hacía más daño que cualquier otra cosa.

Adrien no creía mucho en la buena o mala suerte, hasta que Plagg, el gato negro de la mala suerte, se materializó frente a él. Y fue gracias al mismo que, entre bromas, palabras sin filtro y pestilencia a queso camembert, descubrió que la suerte dependía de la mirada que le diera a las cosas.

¿Podía agradecer que era el portador de la mala suerte? ¡Claro que sí! Le daba libertad, la oportunidad de soltarse y de buscarse a sí mismo.

Y cuando Marinette le regaló aquel amuleto de la suerte, aunque en un principio pensó que estaba bromeando con él, luego se daría cuenta de que no era así, por lo que decidió llevarlo con él, queriendo creer en las palabras de buena fortuna que le había deseado cuando se lo entregó.

Y le iba bien... Bastante bien.

¿Sería que aquel amuleto de la suerte le daba buena suerte? Quién sabe...

Lo que supo con el tiempo, era que confiar en las buenas intenciones de la persona que te da un obsequio, es lo que realmente le da valor y energía positiva a cada cosa que haces.

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Este fue uno de los capítulos que escribí primero. Me da penita Adrien por ocasiones... Y por eso salió este capitulo xD

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Este capítulo cuenta con 391 palabras.

La siguiente consigna es "Encontrar una familia" que se enlaza directamente con el capitulo final de este reto 😉

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¡Gracias por leer!

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Aquatic~

12 de Agosto 2020

Entre Sesiones y CorazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora