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Pasaron varios días después de eso, parecía tomar su curso común.

Jin ansiaba llamar a Namjoon, pero resistió un par de días para no verse tan intenso, aunque el pelirosa lo había olvidado.

Hoy despertó, dispuesto a llamarle, hasta percatarse de que su auto estaba bien. No había falla, la pintura incluso estaba intacta, no tenía motivos para hacerlo.

Es un hombre decidido, sabía perfectamente que Kim Namjoon le gustaba porque desde el principio vió esa piel morena tan suave que cubría su fuerte y marcada figura, subiendo hasta su bello rostro tan varonil y definido. Sus ojos con líneas discretas que hacían que su mirada fuese filosa y osada, sus labios algo gruesos y de textura deseable que lucían peligrosos, hasta sonreír y formar esas lindos hoyuelos que daban expresión dulce. Desde ahí le interesó, ni hablar de cruzar palabra con él porque fue la mejor decisión; él es amable, inteligente, divertido y tan natural.

Quedó encantado, no se avergonzaría de eso. Lo que quería, lo tenía y el dinero no es problema, decidió llamar al mecánico de la familia y lo citó lo antes posible en la entrada de su mansión, dejó su auto a un costado de la fuente.

A la brevedad el confiable sujeto llegó. —¿le sucede algo a su auto?— se quedó de pie con sus herramientas al lado de Jin.

—el auto está bien, en realidad quiero que me ayude a descomponerlo.— Jin dijo tratando de sonar lo más cuerdo posible.

Pero no funcionó, el mecánico levantó una ceja y la otra la enmarcó. —¿descomponer un auto de gama alta que está semi nuevo?— confundido.

—no como tal, sólo quiero que haga algunas fallas para que lo tenga que llevar a reparar, algo grave pero no tan grave.— explicó.

Él lo miró serio y habló. —no creo que sea posible, si yo llego a dañar alguna manguera, conexión o algo por más mínimo que sea, será difícil de reparar y de encontrar las piezas para éste modelo.—

Jin suspiró. —quiero que el auto necesite alguna reparación no tan grave, porque quiero contratar una persona en especial ¿cómo me puede ayudar?—

El sujeto levantó los hombros se acercó a la puerta del auto, con toda su fuerza levantó la herramienta y la estrello entre la orilla del techo en la puerta y el vidrio el cual voló en mil pedazos, aparte de que por el impacto la puerta se abrió botando.

—¡nooooo!— Jin tocando su cabeza.

—ésto es justo lo que necesita, el vidrio es fácil de conseguir, la abolladura del auto se repara con una maquina simple y la pintura también es común, es un trabajo superficial que tardará un par de semanas.— explicó.

Jin lo analizó, aunque no le parecía ver a su auto así, pensó que no había forma de retractarse ahora. Entonces suspiró rendido. —gracias, ¿cuánto le debo?—

El hombre soltó una carcajada. —hijo, ¿pensabas pagarme por ésto?— tomó sus cosas y se marchó.

Cuando se fue, Jin tomó su teléfono y marcó enseguida, mientras sonaba del otro lado su estómago era un remolino.

y cuando el —¿bueno, quién llama? — sonó con esa linda voz grave, se paralizó, estaba tan nervioso.

Al parecer había pensado demasiado, porque el guapo pelirosa volvió a hablar. —¿holaa?—

Racing illegal【BTS】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora