Racing illegal【BTS】

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A lo que él respondió;
"es una cita?"

" ay pues si quieres venir, no te voy a rogar 🙄"

Yoongi se rió hacia su teléfono por la actitud.

—ouu, ¿quién es?— Taehyung al verlo.

—su novio.— Namjoon dijo mientras aventaba una carta.

Ambos se rieron.

Yoongi terminó de cuadrar la hora con Jimin y sólo respondió. —es un amigo, aunque a ustedes eso no les importa porque lo que deberíamos estar hablando es por qué Jin está tan cariñoso con Namjoon.— guardó su celular y agarró cacahuates de la mesa.

Taehyung le levantó las cejas a Namjoon quien enseguida se puso de mejillas coloradas.

—¿siempre sí?— Yoongi le dijo al ver eso.

—bueno, estamos viendo qué sucede, lo estamos dejando fluir.— Namjoon dijo sin despegar la vista de sus cartas.

Taehyung gritó de emoción. —yo sabía que le gustabas, hacen una linda pareja de verdad.— dijo con una amplia sonrisa.

—es cierto.— Yoongi dijo también de buen humor.

—es muy chistoso el hecho de que los tres seamos gays.— Taehyung se rió.

—bisexual, por favor.— Namjoon aclaró.

Todos se rieron, siguieron jugando, ahora Yoongi entró también a las cartas, en lo que se hacía el tiempo para irse.

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Había llegado la hora que acordaron.

Yoongi se había bañado y arreglado con ropa relajada, llevaba unos pans grises y camisa blanca lisa, se colocó su gorra negra y salió en camino al departamento Park.

Llegó y el mismo Jimin estaba con unos shorts negros y una camisa lisa del mismo color.

Se saludaron y había algo de incomodidad, lo cual no tenía sentido ya que no había razones por las cuales estarlo así que Yoongi habló con confianza. —¿tienes ganas de pizza?—

—algo, o no sé ¿querías pedir otra cosa?— Jimin nervioso.

—pensaba en pasta o sushi, eso venía pensando.— Yoongi dijo mientras con confianza se sentaba en su sofá.

—uhh pasta suena delicioso y por la mañana podemos desayunar sushi.— Jimin tomó un poco más de confianza.

—¿por la mañana? no me haz invitado a dormir.— fue serio.

—bueno, es que es un maratón de varias películas entonc..— Jimin juntó las manos donde sostenía el control nervioso pero dejó de hablar al oír la risa burlona del contrario.

—tienes razón, no te puedes quedar, te echaré en la madrugada.— Jimin aventándole un cojín al rostro.

Ambos se rieron, encargaron pasta y mientras esperaban a que llegara Jimin la reprodujo e hizo palomitas y colocó recipientes con chocolates en la mesa frente el sofá, era un maratón de películas de terror.

Pasaron un rato agradable entre los dos, viendo la película, comiendo palomitas y dulces.

Llegó la pasta y comieron juntos, compartieron de ambos platillos, rieron y estaban cómodos uno al lado del otro.