➺ Dieciocho.

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—Joder... —Gruñó él entre dientes, deteniendo sus acciones en el acto mientras escuchaba como el timbre resonaba por toda la casa una vez más —Si fuesen tus padres habrían entrado sin avisar ¿Cierto? —Ella asintió y poco a poco, Adrien fue recuperando la cordura, retirando su mano para apoyar el peso de su cuerpo sobre el colchón, robando un casto beso de los labios de su compañera. —Ha sido... Una tarde increíble.

— Increíble es poco... — Agregó ella y suspiró al intentar recuperar el aliento mientras una mueca se iba abriendo paso en sus rostro.

Apretó los muslos ante la frustración y los residuos de la excitación la tentaron a ignorar a quién fuese que venía a perturbar su tarde y lanzarse sobre Adrien nuevamente.

Sin embargo el timbre resonó una vez más, por lo que no le quedó más opción que salir de aquella fantasía. — Iré a ver quién es. — mencionó mientras localizaba sus zapatos en el suelo.

—Hey, puedo ir yo —Se apresuró a decir Adrien mientras sujetaba su mano y tiraba con suavidad de ella para hacerla recostarse de nuevo en la cama —Tu debes descansar y yo... Ya he perturbado demasiado tu tarde —Murmuró mientras una sonrisa traviesa adornaba sus labios.

— Vas a lograr que me vuelva una niña caprichosa. — Batió sus pestañas en una mezcla de inocencia y diversión, viéndose su ánimo recobrado al sentirse atendida por el chico. — Seguramente es algún cliente, solo diles que está cerrado y regresa rápido, ¿de acuerdo?

—Ya lo has dicho tú —Guiñó un ojo, arreglándose las prendas antes de apresurarse a bajar por las escaleras.

Su corazón latía con fuerza y su cuerpo aún ardía por la excitación experimentada minutos antes.

Una vez abajo, respiró profundo, descendiendo su mirada hacia su erección, acariciándola un poco por encima de las prendas en un intento por aminorar el dolor que se centró en la misma.

« Joder... »

Se aproximó a la puerta de mala gana, dando un vistazo por la mirilla, encontrándose con el fastidiado rostro de Alya y Luka. — ¡Mari! — Gritó la morena hacia la ventana de la muchacha, agitando algunos papeles en el aire. — ¡Tengo tus deberes! ¡Abre! — Exclamó, dirigiéndose luego al chico. — ¿Crees que esté dormida?

Adrien suspiró y quitó el seguro que los padres de Marinette se habían encargado de dejar, entreabriendo lo suficiente para atender a ambos chicos. — ¡¿Adrien?! — Exclamó ella al verle, junto a una sonrisa formándose en su rostro. — ¿Aún estás aquí?

Luka levantó la mirada y dejó salir un bufido. — Ay dios, dime que es una broma. — Lanzó, dirigiendo sus ojos al cielo junto a un fastidio que no se molestó en ocultar. — ¿Qué hace este niñato aquí, Alya? ¿Sabias que había venido?

Alya se encogió de hombros con una sonrisa inocente y Luka rodó sus azules.

—Al igual que ustedes, quería asegurarme de que Marinette estuviera bien —Soltó Adrien con amargura, apresurandose a darles la espalda mientras emprendía su camino escaleras arriba —Aunque pueden estar tranquilos, solo iré a despedirme de Mari y me iré.

— ¿Están solos...? — Alya elevó las cejas comprendiendo la situación a la perfección, intercambiando una mirada cómplice con Luka, misma que fue devuelta con cierta desconfianza.

— Marinette y tú nunca van a aprender, ¿cierto? — La chica lanzó una carcajada y Luka negó cual padre decepcionado, enfocando sus ojos en Adrien que rápidamente desaparecía en el comienzo del pasillo que daba a la habitación de su amiga.

Apenas el rubio entró a la habitación, toda la atención de Marinette se centró en él. — Ven aquí. — Pidio, relamiéndose impaciente e incorporándose al verlo acercarse a paso lento y apenas legró llegar a su lado, tiró de la mano del chico con fuerza, obligándole a caer al lecho junto a ella. — ...te aseguro que ya no podrás escapar. — Murmuró con malicia y apuro, haciendo un sobre esfuerzo por seducirlo con su poca destreza al sentarse a horcajadas sobre su pelvis y mecerse, intentando imitar el roce de hacía minutos atrás.

𝗥𝗨𝗗𝗘 𝗕𝗢𝗬 ┊Adrinette | Collab ft Jo_WhiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora