𝗥𝗨𝗗𝗘 𝗕𝗢𝗬 ┊Adrinette | Collab ft Jo_White

➺ Veintiséis

Sus piernas temblaban y su corazón martilleaba con fuerza dentro de su pecho. Aún así, Marinette se esforzó por articular un saludo con cierta dificultad.

—B-Buenos días... —Susurró, Bajando la mirada avergonzada —¿Dormiste bien...?

Adrien levantó la mirada hacia ella, tallando uno de sus ojos con su puño para después bostezar.

—Hmmm... Preferiria seguir durmiendo —Se incorporó, caminando hacia ella para finalmente sujetarla por la cintura, dedicándole después una amable y tierna sonrisa —Pero me resultó imposible cuando deje de sentirte junto a mí.

— ¿Ah-h sí? — su voz tembló mucho más de lo planeado al igual que sus manos. — Lo siento... — Dijo, desviando su mirada hacia un lado. — No era mi intención despertarte... — Admitió. — Tampoco lo qué pasó anoche, ya no quiero causarte más problemas y quizás si me excedí un poco al venir aquí...

Él negó, inclinándose hacia ella para susurrar sobre su oído.

—Has venido al lugar indicado —Besó su mejilla, acariciando después la zona con sus labios mientras reforzaba su abrazo al aferrarse a su cintura —A mis brazos...

Atónita por tal reacción, Marinette tomó los hombros del chico antes de derretirse por completo en el calor de su cuerpo, alejándolo lo suficiente para conectar sus miradas, convencida de que sería capaz de ver la verdad. — ¿recuerdas lo que dije anoche? — Él asintió, manteniendo la felicidad en cada acción. — Lo decía de verdad; me gustas y te quiero más que un amigo, más que solo follar o una sesión de besos luego de una carrera. — tragó pesado, tensando su agarre, decidida a aclarar todo de una buena vez. — Necesito saber que sientes tú y si debería pedir un taxi ahora mismo para volver a casa e intentar olvidarte.

Él soltó una pequeña risa, acunando su bello rostro entre sus manos mientras sus pulgares delineaban sus pómulos con delicadeza.

—¿Sabes? Estaba esperando que lo mencionaras... Y que ya no estuvieras ebria—Ella lo miró extrañada y su sonrisa se ensanchó —Marinette... ¿De verdad no te has dado cuenta? —Se humedeció los labios y sus gemas buscaron las de ella mientras que su corazón galopaba con fuerza bajo su pecho —¿No te has dado cuenta... De cuán enamorado estoy de ti?

Al instante, las mejillas de la chica se encendieron y la sonrisa en sus labios resultó inevitable, disfrutando el pinchazo de felicidad que recibió y se extendió por todo su cuerpo. — ¿D-de verdad? ¿Enamorado? — Las palabras sonaban irreales, demasiado como para creerlas de inmediato. — ¿hablas en serio? ¿desde cuando?

Adrien se encogió de hombros, soltando una suave risa después.

—No es como si llevara una bitácora de mis sentimientos —Atrapó uno de los negros mechones de la joven, colocándolo cuidadosamente tras su oreja —Solo sé que no puedo sacarte de mi cabeza y que... Te quiero, me importas y lo único que quiero es estar junto a ti.

La enorme sonrisa no se apartó de los labios de la joven en ningún segundo , mientras sus brillantes azules destilaban algo más que simple emoción.

Su pecho iba a explotar de la dicha, por lo que ahogó cada uno de sus sentimientos en su contrario, atrayéndolo desde el cuello para estampar sus labios contra los de él en un beso alejado del mero libido, pero cargado de necesidad, pasión y amor, sobre todo amor. — Dios... no tienes ni la menor idea de cuanta falta me hacía esto. — Susurró contra él antes de volver a zambullirse en su boca.

Adrien mientras tanto, correspondió a cada uno de sus besos, disfrutando sobre manera el suave contacto entre sus labios y del sabor que su saliva generaba al mezclarse entre sí.