Ella bajó del automóvil de Adrien, le dio las gracias y apenas cruzó el portal de su hogar, el gran cuerpo de su padre cortó su camino.
— ¿Cuando ibas a contarme que tenías novio? — Cuestionó, sus grandes brazos cruzados sobre su pecho y a pesar de lo intimidante que intentaba sonar su voz, había una sonrisa burlesca escondida tras sus facciones.
Marinette pestañeó dos, tres veces. — ¿Hablas de Adrien? Él no es mi...
— Tú madre ya me lo contó — Interrumpió — ¿Ese es su nombre? ¿Adrien? — Marinette agachó su cabeza y asintió. — ¿Es bueno contigo?
— Sí. — Se apresuró a contestar.
— ¿Y Por qué viene tan tarde?
— Uhmm… bueno él… — Se mordió el labio, buscando una razón en su cabeza lo suficientemente inocente como para no tener ese tipo de charla con su padre. — Está enseñándome a conducir. — Soltó, aferrándose a la verdad. — Nada más.
La duda no se apartó de los ojos del mayor. — ¿Por qué no nos dijiste? — Ella suspiró y se encogió de hombros.
— No lo creí necesario.
— Bueno, yo sí veo necesario conocerlo. — Sentenció — ¿Por qué no lo invitas a cenar?
— ¡No! Ni hablar.
— Marinette… — Reprendió su padre. — No discutas, solo quiero conocerlo.
La chica dejó salir una carcajada repleta de ironía. — Claro que no, lo que tú quieres es llenarlo de preguntas incómodas, papá.
— Es mi trabajo. — Se carcajeó el adulto. —. Hablo en serio, tráelo a cenar la próxima semana o se acabaron las clases de conducción.
— Claro. — Rodó los ojos. — Le preguntaré si tiene tiempo. — La joven bufó fastidiada, subiendo a su cuarto mientras los ojos de Tom no dejaban de advertir.
Se dejó caer sobre su cama, se aferró al almohadón y dejó escapar un grito mudo.
Su cabeza era un caos, un verdadero caos luego de esa noche. Los labios del chico, su aroma y la calidez tan peculiar que de pronto adoptó junto a ella, eran cosas que sin duda terminarían confundiéndola.
Sacudió su cabeza, se dio unos segundos para respirar e intentó convencerse a sí misma de que solo era la emoción por las nuevas experiencias.
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La noche siguiente, Adrien apareció según lo acordado.
Marinette le vio llegar por la ventana de su cuarto y a través de una seña le pidió que esperara por ella en el auto.
El chico asintió y se mantuvo en su lugar, entretenido en su móvil. Sin embargo, no pasaron ni dos minutos antes de que un pesado carraspeo llamara su atención.
Desvió la mirada hacia un lado, encontrándose con el fornido cuerpo de Tom observándolo desde la ventanilla del asiento vacío. —. Buenas noches. — Estiró su gran mano hacia Adrien a forma de saludo. — Soy Tom, el padre de Marinette.
El muchacho agrandó los ojos sorprendido y aún sin reaccionar, bajó la mirada hacia la mano del hombre.
—El padre de... ¿Marinette?
Tom asintió y de un momento a otro, sus facciones se endurecieron.
—¿No piensas saludar a tu suegro?
—¡¿Qué?! —Ante su reacción, el hombre enarcó una ceja y tras verse acorralado, Adrien estrechó su mano, no comprendiendo en absoluto la situación —Yo... Ehhh... ¿Mucho gusto?
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𝗥𝗨𝗗𝗘 𝗕𝗢𝗬 ┊Adrinette | Collab ft Jo_White
Fiksi PenggemarÉl es adicto a la velocidad, ella a llevar las cosas con calma. ¿Pueden dos almas opuestas complementarse entre sí?