Marinette pocas veces había visto esa expresión en Adrien y sin duda aquello acabo de darle entender que ambos tenían en mente el mismo recuerdo.
Sacó la mano de la caja, chupándose la sal desde la punta de los dedos con evidente intención. — ¿Qué tanto piensas, chaton? — Cuestionó en un susurro, sacando coraje de donde ya no existía para realizar tan osada pregunta.
Adrien sonrió, negando lentamente con la cabeza antes de tomar una nueva porción de palomitas, llevándola discretamente a la boca de su compañera.
—Solo recordaba algunas cosas —Susurró, sintiendo como su cuerpo se tensaba en el momento en que ella degustó con calma las palomitas, aprovechando la situación para lamer las yemas de sus dedos. —Joder…
— Espero que no sea lo que pienso. — Marinette imitó su sonrisa, desviando sus ojos a la pantalla luego de acercarse levemente al muchacho, susurrando lo suficientemente alto para ser oída solo por Adrien. — Sería bastante hipócrita de tu parte teniendo a Kagami a tu lado ¿no crees? — Adrien volvió su mirada hacia ella con evidente confusión y pudo ver los deslumbrantes azules tornarse opacos mientras una sombra repleta de decepción y dolor cubría las bonitas facciones de la chica.
—¿Acaso tú crees que ella y yo...? —Dejó la pregunta en el aire al sentir como Kagami se sujetaba de su brazo, sacudiéndolo con urgencia.
—Adrien ¿Te puedo pedir un favor?—El la miró con claro asombro y confusión, provocando que una inocente sonrisa curvara los labios de la japonesa —¿Me acompañarías un momento afuera? Tengo frío.
Adrien suspiró, deshaciéndose de su chaqueta para luego ofrecérsela a ella, notando como la joven parpadeaba asombrada.
—Tranquila, puedes entregarmela después.
Kagami asintió en silencio, colocándose la prenda con cuidado para después acurrucarse en su asiento.
—Muchas gracias…
Aquel gesto dolió más de lo que Marinette creyó pues los recuerdos de la noche tras la primera clase de conducción acudieron a su mente. — Deberías variar un poco tus técnicas, ¿no crees? — Espetó al levantarse de su lugar. — Si me disculpas, tengo que ir al baño. — Adrien divisó a la perfección aquella triste sonrisa iluminada por la pantalla antes de que Marinette se apresurara a salir de la sala.
Su primer instinto fue seguirla, sin embargo apenas logró ponerse de pie antes de que Alya le obligara a volver al asiento empujándolo desde el hombro. — no es un buen momento, Adrien. — Soltó junto a un tono de advertencia. — Es mejor que me lo dejes a mi.
Adrien asintió en silencio, llevándose ambas manos a la cabeza mientras liberaba un suspiro lleno de frustración.
Había perdido de nuevo a Marinette y no había nada que él pudiese hacer para remediarlo.
Repentinamente, el suave contacto de la mano de Kagami sobre su pierna captó su atención, mientras él volteaba el rostro para mirarla.
—Tranquilo, ella está demasiado celosa ahora como para entender —Adrien arrugó el entrecejo confundido y ella sonrió —Lo sé porque yo me sentí como ella en su momento.
—Ni me lo recuerdes... Me he dedicado a hacer todo mal.
La sonrisa de Kagami se ensanchó, inclinándose hacia él para besar tiernamente su mejilla, luego levantándose de su sitio.
—Tengo que hacer una llamada, no tardo.
El muchacho la miró extrañado mientras que ella abandonaba la sala en silencio, dejándolo a él con los nervios y la culpa consumiéndolo por completo.
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𝗥𝗨𝗗𝗘 𝗕𝗢𝗬 ┊Adrinette | Collab ft Jo_White
FanfictionÉl es adicto a la velocidad, ella a llevar las cosas con calma. ¿Pueden dos almas opuestas complementarse entre sí?