𝗥𝗨𝗗𝗘 𝗕𝗢𝗬 ┊Adrinette | Collab ft Jo_White

➺ Veintiuno.

La pantalla de su móvil se encendió con la notificación del quinto mensaje entrante. Marinette apenas se dignó a mirarlo.

— ¿Qué dice ahora? — Preguntó, con sus cejas enarcadas y los sollozos persiguiendo cada letra. 

— Umm... dice... "¿Sigue en pie lo de ir a bailar luego de la carrera?” — Leyó Alya en voz alta, alzando el móvil para centrar sus ojos en los mensajes. 

Marinette cubrió su rostro hastiada, superada por todo lo ocurrido. — ¿Por qué sigue torturandome así? — Chillo, dejándose caer a un lado y aplastando su rostro con la almohada sobre su cama. 

— Deberías decirle la verdad. — Aconsejó Alya. — dile que no vas a ir y que estás muy enfadada. — La joven se cruzó de brazos, lanzando el móvil a los pies de la muchacha. — Apuesto a que parece aquí en cinco minutos. 

— Lo dudo mucho, debe estar ocupado planeando como seducir a su próxima víctima. — Alcanzó un pañuelo y se limpió la nariz. — No es más que una víbora, una malvada y sexy víbora. — Suspiró, observando la pantalla encenderse con la llegada de otro mensaje. 

Adrien 20:56

Puedo ver que estás leyendo mis mensajes 👀

Adrien 20:58

¿Podrías decirme al menos si vas a ir o no? 

Adrien 21:00

Da igual, te veo allí. 

La joven chasqueó la lengua, tomando el móvil entre manos con decisión, tecleando algo que solo pudo ver ella. — Ya está. 

—¿Le respondiste? 

— No, lo bloqueé. — Soltó, respirando hondo y Alya palmeó su frente. 

—Eres imposible Marinette, lo único que tienes que hacer es aclarar las cosas y decirle lo loquita que estás por él. 

—No, antes muerta que dejar que vuelva a verme como otra de sus zorras. — Negó, dejándose caer sobre el respaldo. — No caeré en ese juego dos veces. 

—¿Entonces es oficial? ¿lo de esta noche ya no va? 

—Claro que iremos, se lo prometimos a Luka. 

Marinette apuntó a la silla de su escritorio donde el joven músico ojeaba algunos apuntes, meciendo su cabeza al ritmo de la canción que sonaba en sus audífonos, dejando caer uno al notar ambas miradas sobre él. —¿Me llamaron? 

—¡¿Estabas escuchando música?! — Vociferó Marinette y Alya no pudo evitar reír bajito. —¿Hola? Estoy teniendo una crisis romántica ahora mismo, agradecería un poco de atención de tu parte. 

—Tú “crisis romántica” se convirtió en berrinche hace diez minutos, Marinette. —La chica se crispó, arrojando la almohada sobre la cara del varón. Luka la recibió en el aire, arrojándola de vuelta a la cama. —No quiero ser esa persona, pero te lo dije un millón de veces, no solo a ti, también a Alya. —Dirigió sus azules a la chica arrodillada a los pies de la cama. —Así que ahora págame, Césaire. — Extendió su mano en dirección a la morena y la misma sacó de su monedero diez euros que dejó sobre la palma del chico. 

—¿En serio apostaron sobre esto? — Cuestionó la azabache, incrédula. Alya se encogió de hombros junto a una sonrisa inocente y Luka asintió sin darle demasiada importancia. 

—Como sea, lo importante ahora es que no te mueras deshidratada. — Alya acercó la tasa de té hacia ella pero su amiga se negó a recibirla. — Y dudo mucho que lo logres si es que vamos y lo ves.