Pestañeo varias veces antes de ser completamente consciente de que no se encontraba en su cama, tampoco en la de Alya, ni siquiera estaba en una cama como tal.
Observó a sus alrededores, llegando a centrarse en la mano que la abrazaba desde la cintura. — Oh no…
De pronto la cálida respiración del chico golpeó su nuca, logrando que toda su piel se erizara.
Se zafó del agarre, levantándose en el acto y apenas logró ponerse de pie, una fuerte jaqueca rodeó su cabeza, haciéndola soltar un quejido. — Ugh…
—¿Aún estás ebria? —Preguntó el rubio en medio de una burlona sonrisa mientras abría únicamente un ojo para mirarla —Tengo cerveza en la nevera por si necesitas más.
Marinette lo observó aterrada, sin acabar de comprender lo que ocurría, sintiendo como de a poco, los recuerdos volvían. —. Tú… yo… — Tragó pesado. — No hicimos nada… ¿cierto?
—Claro que hicimos algo —Ella abrió los ojos por completo y el pánico se reflejó en su mirada —Dormimos como unos bebés.
Suspiró con alivio, llevando ambas manos a sus cabellos para tirar de ellos. —. Mierda... — Refunfuñó. —. Ya Es de día, mis papás van a matarme. — Apretó el puente de su nariz, orando por una salida creíble. —. ¿Qué demonios ocurrió anoche?
Adrien comenzó a explicar, sin embargo su voz se transformó en un eco a la distancia mientras las imágenes pasaban como una película por la cabeza de la chica, desde su primer vaso, hasta el último junto a Kim. Volvió a sentir aquellas manos sobre su cuerpo y de pronto recordó la furiosa mirada del rubio y como el mismo había llegado en su rescate.
Suspiró, porque a partir de ese punto nada parecía real. Le había besado y la peor parte era que no se arrepentía.
Cubrió sus labios apenas el malestar estomacal la atacó y las náuseas se apoderaron de ella. —. ¡Baño! — Chilló. —. ¡¿Dónde está?!
—Es la puerta del fondo —Respondió él y de inmediato la chica salió corriendo hacia el mismo, encerrándose finalmente dentro de éste.
Una leve sonrisa curvó los labios del muchacho quien después de levantarse, se dirigió a la cocina en busca de un vaso de agua. Normalmente, acostumbraba a llevar toda clase de chicas a su morada, chicas con las cuales se acostaba y después no volvía a frecuentar.
« A excepción de Lila »
Sacudió mentalmente la cabeza y se apoyó contra la isleta de la cocina. Aún le costaba asimilar todo lo que había ocurrido en las ultimas horas, sobre todo, que hubiese pasado la noche con Marinette con la única intención de cuidar de ella.
—Debo estar perdiendo la cabeza...
De un momento a otro, el recuerdo de los suaves labios de su compañera besando los suyos con suma delicadeza le llegó como flashback a su cabeza y al instante, esbozó una tierna sonrisa.
Ella volvió minutos después, sujetándose del marco de la entrada. —. Nunca más me dejes beber. — Caminó tambaleante hasta tomar lugar frente a él, sentándose en uno de los taburetes. —. ¿Esto es a lo que le llaman resaca?
—Si y al parecer, te supera —Caminó hacia la nevera, sirviendo jugo de naranja en un vaso que luego ofreció a su compañera —Toma, beber cosas frías ayuda a mejorar la sensación.
Ella lo hizo, adoptando una mueca por el asco, llevando el vaso frío a su cabeza calmar su bochorno. —. Oye, creo que ya te lo dije… pero… — murmuró, haciendo una pausa al morderse su labio dado el remordimiento. — Pero lo siento por lo de anoche.
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𝗥𝗨𝗗𝗘 𝗕𝗢𝗬 ┊Adrinette | Collab ft Jo_White
FanfictionÉl es adicto a la velocidad, ella a llevar las cosas con calma. ¿Pueden dos almas opuestas complementarse entre sí?