Un Omega Defectuoso.

Tu Quirk.

Bakugou no le dio importancia a sus palabras y se dedico a jugar más con la niña, quien exigía su atención desesperadamente.

-Tio, ¿Quiénes son ellos?- le cuestionó la pequeña castaña apuntando a los chicos que tenían exactamente la misma duda.
-Son amigos de la ciudad.- respondió el cenizo dejándola en el suelo junto con Mako, pronto, ambos infantes comenzaron a jugar entre ellos.

-¿Quién era él?- pregunto Kirishima volviendo a mirar a su amigo, siguiéndolo al ver qué caminaba lejos de ellos.
-Ya te lo dije, es un Amigo de Celo, no hagas escándalo mierda...- golpeó su cabeza para que lo dejara en paz, empujandolo lejos de él.

-¡Bakugou!- grito siguiéndolo de cerca pero el chillido de la niña lo detuvo.
-¡Tiburón! ¡Es un tiburón!- grito la castaña abrazando las piernas del cenizo quien soltó una ligera risita pero la borro al instante cuando recordó que no estaba solo.

-¿Que te dije?- le cuestionó acariciando sus mejillas.
-Aquí estás muy lejos para que un tiburón te coma Nyoko, además él así tiene sus dientes.- la niña salió de su pequeño escondite mirando al pelirrojo.

-P-pero...- Katsuki le dio un beso en su cabellera, provocando una risa en la niña.
-Descuida, él tiene prohibido acercarse a ti... Al igual que los otros idiotas, ahora. - le dio un pequeño empujón, y contrario a lo que esperaban, la niña soltó una carcajada.

-Ve a jugar con Mako, les prepararé galletas.- pudieron jurar que el universo entero brilló en los ojos de la niña quien después de resistir un grito, corrió de regreso a la sala, abrazando de nuevo al rubio pequeño.

-Esa niña te adora, ¿No es así, Kacchan?- dijo el peliverde con una sonrisa nerviosa, recibiendo una mirada un tanto extraña del ojirubí.
-Necesito silencio, tienen prohibido acercarse a ella y a mi hijo.- comenzó a sacar cosas de la cocina, tales como harina, huevos y demás cosas.

-¿Que tipo de galletitas harás?- cuestionó la castaña llegando a su lado, algo curiosa por el Omega.
-De los que se comen estúpida.- contesto igual de cortante que siempre.

-Eres malo... ¿Puedo hacerlas contigo?-

-No, vayan a otro lugar, no sé, afuera, solo déjenme solo, su presencia me da migraña.- gruñó colocando los ingredientes en un bowl, comenzando a batirlos con su mano.

Los chicos, en vez de hacer lo que les demandó, se quedaron viendo fijamente sus acciones.

Tenía una expresión calmada y de repente fruncía su seño para después seguir con la receta, arrugaba su nariz ligeramente cuando algo no cuadraba con su receta (que llevaba guardada en su cerebro.) y seguía añadiendo uno que otro ingrediente, colocándose un delantal blanco con diseños tenues en azul pastel.

En pocas palabras, olvidó que estaba acompañado.

Uraraka tomo asiento en silencio, mirando su expresión de calma, una que rara vez mostraba en la academia.

Rato después, de que todos se perdieran en sus pensamientos acerca del cenizo, una llamada resonó por el lugar.

- ¿Hola?... Ah, si, si, soy yo... Ehmmm... - comenzó a rebuscar algo en su cocina mientras colocaba su teléfono en su hombro.
-Trae... Salsa para el curry, se me acabó, también algo de arroz, manzanas y... Chocolate.- dio unas últimas respuestas afirmativas y soltó una ligera risa.
-Por cierto, hay alguien en mi casa... No, no, no es nada malo, pero necesito que no los mates al llegar aquí... Está bien, te veo mañana. - dio un suspiro y vertió la masa en una bandeja de metal que tenía en frente.

-¿Quie-

-No voy a responder, cállate, siéntate y no molestes.- gruñó al pelirrojo de dientes puntiagudos, quien bajo la mirada algo nervioso, el Omega encendió el horno y regreso a la barra.
-Oye Baku-

-No.-

-Pero todavía no termin-

-He dicho no.- Denki callo, jugando con sus piernas mientras el ambiente se volvía algo tenso.
-Veamos...- susurro el ojirubí mirando las dos charolas y media que había hecho, frunciendo su seño un poco al momento que sus labios se abultaban en un puchero inconsciente.

-Supongo que estará bien...- una vez más, olvidó que estaba acompañado.
-Mhm...- entrecerró sus ojos, y tomo la bandeja colocando está dentro del horno.

-¡Tío!-

-¡Mami!- gritaron los niños al unísono corriendo hacia él, soltando varias risitas al momento que lo abrazaban por las piernas.

Katsuki soltó una risita acariciando las cabelleras de ambos niños, caminando con algo de dificultad pues cada uno estaba en una pierna.

-Veamos una película tío~ - pidió la niña soltando aún unas cuantas carcajadas.
-Si, si...- repitió su cachorro.

-Esta bien, solo esperen a que las galletas estén listas, enciende la tele Nyoko.- pidió dulcemente, buscando sus guantes de cocina de color rosa.

Cortesía de su estúpido cuñado.

Los dos niños regresaron a la sala e hicieron lo que les pidió.

-Oye ojos de mapache.- hablo llamando la atención de todos.
-Ve con ellos y cuida que no hagan nada estúpido.- reviso el postre, faltaban solo 10 minutos.

La chica asintió y fue seguida por el peliverde junto con la castaña, los demás se quedaron en la cocina.

La niña siguió jugando unos momentos, en los cuales los tres chicos se sentaron en el sofá cuidándolos y notando varias similitudes con el Omega que tenían de amigo.

-¡Niños, las galletas están listas!- se escuchó gritar.

Katsuki colocó unas en un plato y dejo otras en la mesa, caminando hacia los cachorros quienes comenzaron a devorar aquel postre.

Suaves, no crujientes como pensaban, eran un manjar.

-Largo.- ordenó el chico, el trío de héroes lo miraron algo confundidos.

Llevaban aquí un día, un jodido día entero y...

-K-kacchan...- hablo el pecoso jugando con sus dedos.

- ¿Que quieres Deku? -

-¿Paso... Paso algo con tu Quirk? -

«- ufffas, como que los capítulos están muy tediosos, ¿No?

Díganme lo que piensan chicxs uwu ✨

¿Quién creen que sea el que habló con Katsuki? [Pista, no es el amigo de celo]

¿Por qué piensan que Bakugou huyo de la ciudad?

¡Me gustaría leer sus teorías!

¡Lxs amo!