I

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- ¿por qué te fuiste de la fiesta sin avisar? -

- se va... se va y tengo que detenerlo - sin contestar a la pregunta Gulf está dentro de un taxi en camino al aeropuerto.

-¿de qué hablas? -

- Mild, Mew se va del país, por eso no asistió a la fiesta de graduación - dice Gulf tratando de no llorar y con un nudo en la garganta

- eso no es posible - expresa Mild sorprendido.

- tengo que verlo, ¡Mild! - indica Gulf exaltado.

- hermano, calmante... ¿en donde estás? - dice Mild al otro lado de la línea.

- Chiang Mai... - Gulf cuelga la llamada, le paga al taxista y camina apresurado en busca de Mew.

"No, no por favor no te vayas, no... no" era en lo único que pensaba mientras corría hacia el aeropuerto, con las esperanzas de encontrarlo todavía.

"Ahí está", corrió lo más rápido que pudo para poder alcanzarlo, pero Mew ya había entrado por el pasillo que daba hacia el avión.

-déjeme pasar, necesito hablar con él.- dijo eso cuando un hombre le impidió el paso.

-lo siento señor, usted no puede pasar, el avión despegará en breve.- se escuchó la voz de una azafata al lado del guardia de seguridad.

-necesito hablar con él... solo tomará un segundo.- habló Gulf con lágrimas en los ojos amenazando con salir.

Al ver la desesperación en Gulf, la azafata se apiadó de él. -¿con quién exactamente?- dijo frunciendo el ceño.

-con Mew Suppasit.- dijo Gulf con las pocas fuerzas que tenía.

-espere aquí- sin más, la azafata entró al avión, escuchando a Gulf gritar "Gulf Kanawut lo busca".

La azafata preguntó por Mew Suppasit, al encontrarlo se acercó a él.

- señor Suppasit, Gulf Kanawut desea hablar con usted. - se dirige la azafata a Mew.

Mew se quedó en silencio y nervioso.

- ve, por lo menos despídete. - dijo Kaownah que estaba sentado a la par de Mew.

- no conozco a ningún Gulf Kanawut. - dijo Mew soltando un suspiro.

-imbécil. - expresó Kaownah ante las palabras de su mejor amigo.

La azafata asintió y volvió a donde Gulf se encontraba.

-hablé con el señor Suppasit y el dice que no conoce a ningún Gulf Kanawut- inclinándose se despidió y entró al avión ya que este estaba a punto de despegar.

-no, no, está equivocada, él me conoce y necesito hablar con el.- Gulf ya no pudo más, perdió las fuerzas en las piernas, cayendo lentamente al suelo. Con lágrimas rodando por sus mejillas, sintió algo romperse desde dentro...

Caminó por el aeropuerto y vio al avión despegar, llevándose al hombre que ama y junto con él, el sentido de su vida. Gulf no pudo más y se sentó en el piso, no le importaba que las personas lo vieran llorar cual bebé.

-¡Gulf! - se escuchó la voz de Mild acercarse.

- se ha ido - susurró Gulf en medio del llanto.

Mild se puso de rodillas y lo atrapó en un fuerte abrazo.

- me ha dejado... se fue - era lo único que Gulf mascullaba entre sollozos y llantos.

- te llevaré a casa - dijo Mild mientras ayudaba a Gulf a ponerse de pie para salir del aeropuerto.

La gente miraba sorprendida por el estado en el que se encontraba Gulf, algunos se acercaban ofreciendo ayuda, pero Mild las rechazaba amablemente.

Llegaron a la casa y Gulf estaba devastado, con los ojos hinchados de tanto llorar. Afortunadamente sus padres estaban demasiado ocupados como para estar en casa a esa hora.

Mild recostó a Gulf en la cama, Gulf estaba en estado de shock, Mild le hablaba pero Gulf solo susurraba "¿por qué?".

Mild no encontraba palabras para consolar a su amigo, le dolía bastante verlo en ese estado: hecho una bolita sobre la cama, llorando y preguntándose por qué Mew lo había dejado. ¿qué había hecho mal? no lo entendía.

Mild no resistió más y soltó algunas lágrimas, llorando el dolor de su amigo.

Pasaron las horas y Gulf se había quedado dormido en medio del llanto. Mild tenía que marcharse, pero no podía despertar a su mejor amigo, así que decidió dejar una nota.

- solo será un partido de fútbol. - Mild se encontraba en la habitación de Gulf tratando de convencerlo de salir de esas cuatro paredes, ya que no había salido de la habitación por una semana, desde que Mew se había marchado.

- no, no me siento bien. - dice Gulf acurrucándose más en su cama.

- por lo menos cambia de excusa. - Mild ya había escuchado esa respuesta cada vez que lo invitaba a salir y dejar esa habitación.

- hoy viniste más temprano de lo acostumbrado. Tengo sueño, vete. - expresó Gulf en negación a salir.

- por las ojeras que tienes, apuesto que no has dormido por noch... - Mild fue interrumpido cuando Gulf se levantó a toda prisa de la cama para correr al baño y al parecer a vomitar.

- ¿estás bien? - pregunta Mild con el ceño fruncido cuando Gulf sale del baño.

- si. - dice Gulf secándose el rostro con una toalla.

- ¿estás seguro? - indaga Mild.

- si, no es nada. - Dice Gulf, deja la toalla sobre la mesa e intenta volver a la cama.

Últimamente sentía mareos y nauseas, pero lo atribuía a la falta de sueño, de alimentos y también porque echaba de menos a Mew...

- ¡¡Gulf!! - grita Mild al ver caer a Gulf al suelo.

Al ver que su amigo no reaccionaba, Mild decidió llevarlo al hospital, estando en el hospital Mild llama a la madre de Gulf, ya que es la única que se encuentra en el país, su padre había salido por asuntos de la empresa.

- ¿que sucedió Mild? - se escuchó la voz de la madre de Gulf mientras se acercaba a Mild.

- no lo sé, de pronto calló al suelo. - dijo Mild dirigiéndose a Ayampuc, la madre de Gulf.

- familiares de Gulf Kanawut. - Mild no pudo continuar porque se escuchó la voz del doctor.

- soy su madre. - dijo Ayampuc acercándose al doctor, seguida por Mild.

- ¿se encuentra bien mi hijo? - dijo Ayampuc.

- tranquilícese señora, todo está bien con su hijo. - dijo el doctor al ver que Ayampuc estaba preocupada. - hablemos en mi oficina. - continuó el doctor.

- ¿puedo pasar a verlo? - Mild solo quería ver a su amigo.

- claro. - dijo el doctor dejando pasar a Mild a la habitación mientras que él y Ayampuc se retiraron.

- tome asiento. - se dirigió el doctor a Ayampuc.

Ayampuc se sentó y guardó silencio para recibir noticias de su hijo.

- honestamente, estoy sorprendido. - dijo el doctor mientras tomaba asiento. - los casos de donceles son muy escasos...-

- ¿qué? ¿mi hijo es un doncel? - dijo Ayampuc sorprendida, reprimiendo lo que se imaginaba.

- sí, es un doncel. - dijo el doctor mientras apuntaba en su libreta. - y está muy débil, creo que no ha consumido proteínas últimamente, si no se cuida y alimenta bien puede perder al bebé.-

- ¿qué? ¿bebé? - dijo atónita Ayampuc.

- su hijo está en cinta, de 5 semanas de gestación y debe cuidarse si quiere conservar al bebé. - dijo el doctor mientras extendía la receta.

Ayampuc estaba sorprendida, tomó la receta y escuchó atentamente al doctor, puesto que estaba dando instrucciones para que Gulf pueda llevar una gestación sana.

NO TODO ES FÁCILDonde viven las historias. Descúbrelo ahora