Capítulo 25

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Entramos en la habitación, Àlex se queda mirando todo cómo si se sorprendiera. 

- Àlex, ¿que pasa?

- Nada.

- ¿Cómo que nada? ¿Te has visto la cara de alucinado que tienes? ¿No, verdad? No sabes cómo se nota. 

- Que no me pasa nada renacuaja, sólo que me sorprende que tengas esto tan desordenado siendo una chica. 

En cuanto oigo sus palabras me pongo colorada, no me esperaba que me dijera eso, la verdad es que la habitación no está en perfectas condiciones, pero tampoco está tan mal. 

- Enana, no está tan mal, sólo quería chincharte, y a pesar por esa cara de tomatito cherry lo he conseguido. 

Me hubiera enfadado por ese comentario, pero éste chico sabe escondar mi mala leche y sacar mi lado más cursi. Me está abrazando por la espalda mientras yo me giro y le doy un beso en la mejilla. 

- Márquez esta te la tendré en cuenta, que lo sepas. 

- ¿Así? ¿Que me vas a hacer tú? Si eres una renacuaja!

Reí ante su comentario mientras me dispongo a darle una colleja, pero por mucho que me pese, es alto y no llego, así que opto por darle un pequeño puñetazo en el hombro, sin pasarme, claro. 

- Lamentarás esto. 

- No lo creo, voy a ponerme el pijama y a dormir, te quiero. 

Són las 5 de la mañana y me suena el despertador, lo apago rápido y salgo cuidadosamente de la cama para no despertar a Àlex. Es muy pronto, pero sino no me da tiempo a estar arreglada para as ocho, ya que me voy a dar un baño relajante porqué hoy va a ser un día movidito, y por la tarde no me va a dar tiempo, así que preparo el lavabo y voy a por mi ropa, cuando paso por delante de la cama me doy cuenta que Àlex no está. ¿Cómo es posible? Si a éste hombre le ecanta dormir, es una marmota personalizada, que raro. Me dirijo al armario otra vez y pongo todas mis cosas encima del videt, enciendo el agua, pongo el tapón y pongo unas sales minerales que me regalaron hace poco. Cuando me dispongo a meterme en la bañera oigo la puerta. 

- Ya estoy aquí

Salgo del baño con una toalla enredada en mi cuerpo y salgo hacia fuera. 

- Hombre, pero mira quién es! ¿donde estabas? me tenías preocupada...

- ¿Así? 

- Sí, y ahora deja de hacer preguntitas y contéstame. 

- Vale fiera, verás, soy un deportista de élite, con lo  cuál he de mantenerme en forma, así que he salido un ratito a correr, ¿contenta?

- Sí, voy a darme un baño y luego bajaré a almorzar, tengo que ir al circuito aver que podemos grabar, te veo luego. 

Me acerco a él, le doy un beso y entro al baño. 

Mi corazón a ritmo de una honda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora