capítulo 2

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Són las 7 de la mañana cuándo mi movil empieza a vibrar, llamada entrante, es Marc, lo cojo.

- Marc: ¿dónde estás?  Te estamos esperando,  los test empiezan en una hora.

- Buenos días para ti también Marc Jajaja,  estoy acabando de arreglarme, ahora bajo.

- Marc: Vale, pero date prisa.

- Sí, adiós.

Mierda, me he dormido, no me va a dar tiempo a arreglarme, ¿que me pongo? En la silla está la camiseta roja y los vaqueros azules que me puse ayer. No, no puedo ponerme la misma ropa dos días seguidos. Me dirijo al armario, allí está mi vestido rojo,  creo que me lo pondré,  me sienta bien, una vez con el vestido puesto me pongo un poquito de brillo de labios y me pongo rimmel, lista.

- Hola chicos, perdón por el retraso, ¿como estáis?

- Alex: bien bien,  date prisa, que el test empieza en media hora, nosotros nos vamos ya a prepararnos,  estaremos en pit lane.

Asiento con la cabeza, se van, empiezo a comer y me doy cuenta que la chica que ayer quería llevárselos a los dos de nuevo a la fiesta esta allí y no nos ha quitado el ojo de encima en ningún momento, se le ve molesta, quizá quisiera estar en mi lugar, mejor dejo de pensarlo y me concentro en comer.  Sin embargo, no puedo hacerlo,  pues la chica se está acercando.

- Maite: Hola, me llamo Maite, la de ayer.

- Sí,  ya me acuerdo,  ¿que quieres?

- Maite: nada, solo decirte que nunca conseguirás algo con Alex o con Marc, ellos se fijan en nosotras, que para eso estamos nunca se fijarán en gente corriente como tu.

- Bueno, quizá tienes razón, pero de momento, la que esta con ellos a todas horas soy yo, no tu, así que si me disculpas, debo ir a verles entrenar. Por cierto, encantada Maite. 

No sé qué intenta aquella chica, pero ha conseguido cabrearme, ¿como que no se fijaría en gente corriente como yo? Esas palabras me estan calentando la cabeza, así que dejo de pensar en ellas y me concentro en Marc. Esta tan guapo con el mono puesto... No, espera, no puede ser, no me puedo sentir atraída por él, yo quiero a Álex, no a Marc,  o eso es lo que creía hasta que... No,definitivamente quiero a Álex,  Marc solo es un desliz.

7:50, quedan diez minutos para el primer entrenamiento, la mayoría de pilotos están en pista, pero él, él no.

Quizá es una de sus tantas manías, no lo sé, semáforo en rojo, todos están preparados para hacer una primera vuelta espectacular y empezar a marcar ritmo. Por fin sale, sorprendentemente es el que mejor ritmo marca.

El cielo está muy tapado esta mañana en Sepang, empezará a llover en breves.

15 minutos después empieza a llover, la pista esta muy mojada, bandera roja, deben parar, y así lo hacen.

O eso creía, Marco sige en pista, esto se lo sancionarán. Marco Simoncelli es uno de esos pilotos que no le teme a la lluvia ni a la pista mojada, aunque esta tormenta debería asustarle,  avisan por megafonía que pare. Parece que sean imbéciles,  saben perfectamente que los pilotos llevan tapones para no quedarse sordos con los motores de las motos.

Cada vez llueve más y más, pero Marco no aparece, esto nos empieza a preocupar,  los comisarios están a punto de salir a buscarle, gracias a dios no va a hacer falta, por allí viene el italiano, todos empiezan a recriminarle su gesto, menos Marc, no entiendo porqué,  pero cada vez admira más a Marco, es su icono de referencia. 

Con toda esta confusión  no me he dado cuenta de que Marc y Alex no me han quitado los ojos de encima.

- Hey chicos, ¿que pasa?  ¿porque no dejáis de mirarme?

- Álex: ese vestido...

- Marc: te queda espectacular.

Les sonrío mientras noto como mis mejillas se sonrojan, nunca pensé que ese vestido me favoreciera tanto.  No han mirado ni una vez a las paragüeras,  solo existo yo, y me gusta, me gusta ser el centro de atención en el que Álex y Marc se fijen. O no, mierda, Marc otra vez, no puede gustarme, no los dos a la vez, no paro de repetirmelo a mi misma, pero parece que no hace ningún efecto. 

Mi corazón a ritmo de una honda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora