8.- Nora

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–Yo ahora no quiero hablar de nuestro juego sexual. Yo quiero saber por qué bebiste así. Jade,  nunca en mi vida te he visto borracha cómo ayer, pasé casi toda la noche sosteniéndote el cabello para que no lo llenaras de vomito–Arrugó la nariz y luego frunció el ceño.

Sonó muy impaciente y confundido. Él tenía razón, yo nunca me he emborrachado pero esto tenía que ver con él, todo tiene que ver con él.

Noté que colgaba una camiseta de él cubriendo mitad de mi cuerpo  y mis bragas negras.

–Sólo... quería beber, tanto para embriagarme y para dejar pasar... lamento decir ésto, pero sólo somos mejores amigos y cómplice en el sexo.

Mi voz quebrada. Él apretó sus dientes y se dirigió a la puerta, salió y la cerró bruscamente detrás de si mismo.

Yo me sentía cómo una porquería, no debí hacer lo que hice ayer, y me refiero a besarlo, di un paso hacia atrás y en definitiva está mal, vaya, sí  que estuvo mal y exquisito.

Me dejé caer en la cama y finalmente la pastilla había hecho efecto.

***

–Harry...

El peso en mis ojos no dejaba que pudiera abrirlos, entonces sentí dos suaves manos en mi brazo. Sonreí complacida porque Harry estaba aquí y yo podría pedirle disculpas y poder continuar con nuestro juego sexual.

–Jade, despierta

Apreté las cobijas y abrí los ojos de golpe. Aquellos ojos azules me cubrieron con timidez y pude salir de la cama de inmediato. Sólo dejaba mi cuerpo cubierto con una camiseta de harry y mis bragas negras. Yo nunca antes había actuado de ésta manera, pero después de un desesperante beso yo había perdido la confianza de estar en ropa interior antes los ojos de louis.

–Lo siento, no quise asustarte, pero yo siento mucho lo que ocurrió ayer.

Las palabras de arrepentimiento me llenaron más de culpa y cubrí mi rostro con las manos.

–Louis... sal de la habitación. Me ducharé y saldré para hablar lo ocurrido de ayer, por lo tanto, déjame sola. Lo siento.

Caminé al baño y cerré la puerta dejándome al suelo. Abracé mis rodillas y ésta desesperación me frustraba más.

Luego de tomar una ducha me pude vestir con unos vaqueros negros y una blusa de lana blanca, unas zapatillas negras y cepillé mi cabello húmedo para luego salir de la habitación.

Noté a louis en el mueble de la sala, su rostro lucia pálido y no recordé verlo así hace una hora.  Y supe que todo me llevaba a la culpabilidad. Notó mi presencia y me regaló una sonrisa pobre, traté de sonreír pero mis labios fallaron.

–Lo siento tanto, Jade...–Me acerqué y cubrí su boca. Sus labios estaban fríos y rotos, me pregunté si lucia así por mi y si era así me podría lanzar de un puente, en sentido figurado.

–No lo sientas, yo te besé, yo tengo toda la culpa. No quiero hacerte daño, quiero que lo olvidemos, no quiero perder nuestra amistad–Tiré su brazo hacia mí y lo abracé fuerte.

Suspiro de alivio y sus muslos se tensaron.

–Todo está olvidado

Calló y miró la pantalla plana del frente de nosotros.

–Lo está...–Entre abrió su boca y una desilusión apareció en su rostro.  Fruncí el ceño y dije:–¿Qué sucede contigo?

Él negó, sonrió hipócritamente y fue el límite para mi control.
– Sólo necesito un descanso, debo irme.

Mi querido amo del sexo (Editando)Where stories live. Discover now