51. qué tan buena fue la reconciliación

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Sujeto su cadera con fuerza y camino a mi habitación, la que ahora será de los dos, la casa es de una planta y era mucho más factible para mí cuando las cosas salen como éste momento.

Cruzo el pasillo y no dejo de verla, de contemplar su bonito rostro, sus labios y su sonrisa.

Llego a la habitación y abro la puerta, ella me ayuda y la cierra cuando nos encontramos adentro.

–Encantado de hacerte el amor.

La dejo sobre la cama, una cama llena de espacio para los dos, estaba completamente preparado.

Termino de sacar su blusa por sus pies, desabrocho su pantalón y se sienta para poder quitarlo.

Ella sube más arriba de la cama, veo su ropa interior negra y noto que también está muy preparada para mí.

Sonrío y gateo hacia ella, me abro paso entre sus piernas y dejo sólo parte de mi peso sobre ella.

–Has venido preparada.

Ríe y desliza sus manos por mi espalda.

Beso su cuello, besos mojados, bajo al valle de sus senos y arrastro mis dientes por  ellos, chupo y acaricio, me enfoco en su pezón y lo muerdo suavemente.

Mis manos toman su cintura y hago un valle de besos en su abdomen, su piel responde perfectamente, la dejo en buena posición y beso su vientre. Mis labios no se despegan de su piel, la disfruto y sus pies mantienen un movimiento inquieto continúo.

Cojo su braga negra y la bajo despacio mirando su rostro.

Me detengo en sus rodillas y sonrió cuando muerde su labio por inercia. Termino de sacar su braga y la tiro al suelo con intención de que no la encuentre luego.

Estiro un poco sus piernas y me detengo a quitar mi ropa restante, ella me observa atenta, sonrojada y tímida, amaba que no dejara eso a un lado después de verme desnudo sumadas veces.

–¿Te cuidas, bonita?—Pregunto inclinándome hacia ella.

–Oh...—Cierra los ojos y niega.
Me de tengo en seco y me levanto de la cama para buscar un preservativo en la cómoda, pero luego recuerdo que no había comprado por el hecho de que no los necesitaba.

Maldición

¿No tienes preservativos?—Pregunta un poco frustrada.

–No, si no estaba contigo no los iba a necesitar.

Ella sonríe tiernamente y me hace seña que me acerque.

Lo hago, me acerco y vuelvo a tomar posición encima de ella.

–Quiero tenerte dentro de mí, amor...

Susurra en mis labios y la beso, abro sus piernas con mi cadera y subo una de sus rodillas.

La penetro suavemente y muerdo su labio inferior. Ella esboza un oh y cierra sus ojos. Deslizo mi mano desde su rodilla hasta su muslo interno. Beso su cuello y me adentro más a ella.

No me apresuro a nada, sólo le hago sentir el amor que siento por ella a través del acto sexual. Beso uno de sus senos y ella aprieta mis hombros cuando vuelvo a penetrarla, lo hago despacio y cuidadoso.

–Harry...

Alzo mi vista y la veo.

–Te amo.

Sus labios se mueven suave y vuelve a cerrar sus ojos completamente excitada.

Con tan sólo escucharla siento una vida más que vivir a su lado.

La beso, beso sus labios, su cuello, sus senos, sus hombros, la acaricio y la penetro. Todo en armonía.

Ella se pone rígida, sus pies se hunden en la cama y cuando me regala el orgasmo me incita a tener más rápido el mío. Cuando siento que voy a eyacular, salgo dentro de ella y me levanto de la cama yendo a la habitación de baño.

Luego de haber acabado vuelvo con ella.

–Gracias por cuidarme—Dice.

Me recuesto a su lado y la tomo en mis brazos, beso su frente y me aferro completamente a ella.

–¿Quieres que busquemos tus cosas ahora?

No podía esperar más a volver a sentir que la tenía para mí siempre.

–Si gustas, amor.

Ella me mira sonriendo y beso sus labios.

–Te amo, bonita.

***

Jade preparaba sus maletas, mientras yo esperaba por ella en el auto.

Miro por el retrovisor y un Tayler ebrio camina a la puerta de inicio. Frunzo el ceño y salgo del auto para acercarme a él.

–¿Qué pintas aquí?—Gruño.

Él se da la vuelta y se ríe.

–Vengo a ver a la jade que ahora no es tuya.

Esbozo una falsa sonrisa y doy un paso hacia él.

–Si gustas puedes preguntarle qué tan buena fue nuestra reconciliación.

Suelto, le guiño un ojo, miro sobre el hombro de éste tipo y jade sale de la casa con dos grandes maletas.

Paso por su lado y cojo las maletas de jade. Ella se detiene a ver a tayler y me acerco al auto para meter las dos maletas.

–Bonita, ¿subes?

Le señalo la puerta del auto. Ella me sonríe y le pasa por un lado a tayler.

Tayler baja su cabeza y enarco una ceja.

Cuando me aseguro que jade está en mi auto, entro y arranco luego.

les subo éste capítulo por completo agradecimiento, chicas. no olviden votar y comentar, es importante.

otra cosa, si gustan y pueden, recomiéndenla. mañana salgo de vacaciones y probablemente suba capítulos cada día si los votos son considerables. feliz noche 💕

Mi querido amo del sexo (Editando)Where stories live. Discover now