Mi querido amo del sexo (Editando)

42. soy su nuevo jefe

(sé que fastidio con eso de votar en todos los cap, pero es necesario, como diría una niña de escuela, es lo que me inspira. bueno, les digo eso mismo ahora, voten, por favor, tengo muchas ideas para ésto y necesito de su ayuda. gracias 💕)

Continúa Harry

Atravesé el pasillo de los cuartos, jade se encontraba en mi habitación durmiendo. Estaba complacido, mucho, por la noche anterior, incluso, había amanecido con tanto humor de luz que iría a comprarle una dulcería completa.

Hace unas noche papá me propuso encargarme de una de sus empresas ubicada aquí, acepté por el simple hecho de que quiero darle una buena vida a jade y deje de recibir tanto dinero de sus viejos, ahora es mía y voy a vivir para hacerla feliz.

Conduje el auto hasta la ubicación de la empresa de papá, dejó dicho que estaría ahí para recibirme, no me había molestado en vestir elegante, simplemente estaría tan casual como acostumbro. Unos minutos luego estaba en el estacionamiento de la empresa, bajé del auto y caminé fuera del estacionamiento encontrando la puerta de inicio.

Entré y me encontré con muchas chicas de diferente tipo, como también tipos del mismo, fruncí el ceño y me acerqué a una chica elegante posiblemente encargada del inicio de la empresa.

–Disculpa, quiero ubicar a mi padre–Dije.

Ella miró hacia mí y sonrió un poco confusa.

–¿Tu padre? ¿de quién estamos hablando? –Preguntó jugueteando con el lapicero.

Mi ceño se frunció aún más y miré el ascensor.

–El dueño de ésto.

Ella se sonrojó y acomodó su cabello y me sonrió ampliamente.

–Disculpe, lo llevaré con él.

Ella se levantó de la silla y caminó hacia el ascensor, la seguí y éste abrió sus puertas para dejarnos entrar.

Me mantuve recto, lamí mi labio y esperé a que ésto se detuviera pero el edificio era muy alto y tardaría un poco más.

–Lamento haberlo tratado así, no tenía idea de que el hijo del dueño estaría aquí hoy.

Las puertas se abrieron y volteé a verla.

–No hay problema.

Siguió caminando hasta que se detuvo en una puerta de cristal. Abrió la puerta para mí y me dedicó una sonrisa muy amplia.

Entré y miré a papá, alrededor de él se encontraban tres mujeres mayor, dos tipo como de mi edad y una chica más o menos de la edad de jade.

–Permiso...

Mi padre se levantó de la silla y me sonrió.

–Justo ahora hablámos de ti, hijo.

Estreché la mano de mi padre y le regalé una sonrisa cálida.

–Éste es mi hijo, y está aquí para hacerse cargo de ésta sede–Anuncia mi padre, me quedo quieto y detallo a cada uno de ellos.

Todos sintieron y se acercaron a mí.

–Un gusto, Marcus –Dijo el rubio jóven.

Asentí y todos se presentaron. Dalya, Dylan, María, Luna y Miranda.

–Todos ellos estarán para ti en lo que necesites, te guiaran y te pondrán en sintonía de todo lo que conlleva ser jefe.

Asentí, sonreí de lado y le di unas palmaditas en la espalda de mi padre.