54. ¿tú quieres ser mi esposa?

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Liam me ayudó en todo lo que le pedí. Me distraje un poco con el montón de papeles que tenía que organizar yo mismo para el negocio que tenía en mente. La secretaria por otra parte arregló algunas cosas de mi petición, me encontraba nervioso, tal vez la jade no esperaría algo como lo que tengo preparado y puede negar, negarse a ser mi esposa y eso sería la humillación que ningún hombre debería pasar. 

 —Harry—La voz de liam distorsionó cualquier pensamiento y apreté mis dientes teniendo una linda imagen de jade entre mis pensamientos absurdos. La idea del matrimonio no es nueva, incluso he estado pensando en ello desde hace unos días, que digo días, meses...desde que ella se entregó a mí eso era una prioridad futura, o simplemente no. Me dejé llevar por unos pensamientos de crío enamorado y lo estuve dañando desde que le propuse el juego y estuve fingiendo que sólo era sexo y no amor. Pero...ahora es mi novia y es hora de formalizar ésto, por mí, encantado. Cuando se ama realmente no importa nada más que no sea tenerla a mi lado todo el tiempo necesario, incluso con un anillo en su dedo y unos críos corriendo por el pasillo. 

  — ¡Joder, Harry, tu celular no para de sonar!

Frunzo el ceño al ver a Liam. Sonrío lo patético que me estaba viendo pensando en jade y el matrimonio. Asiento y cojo el celular para atender 

 — Diga.

  — ¿Para la cena de hoy tengo que estar formal, o...? 

La voz suave de jade me fascina. Curvo una sonrisa y...¿cómo es posible que ella sea tan tierna?

  — El vestido negro que compramos aquella vez en la tienda, ¿recuerdas? ¿el mostrador tú y yo? 

  — Oh... — Susurra y puedo sentir como el rubor en sus mejillas tomaron un color intenso así yo esté aquí y ella allá— Bueno, vestiré lo que gustes. Ahora...¿puedes decirme a qué se debe la cena?

  — No, bonita, te veo en casa.

Cuelgo y dejo el celular sobre la mesa. Liam me observa con una ceja enarcada y levanta la cabeza esperando a que le diga  algo de lo que acabo de hablar con jade. Niego y me levanto de la silla caminando al cristal. 

 — Sé que debería estar preguntándole esto a louis, pero... ¿está bien que le pida matrimonio? ¿no es apresurado?

Pregunto comportándome como un idiota, o tal vez un simple crío de 17 años. Suspiro, un suspiro que tiene nombre y es el de ella. La verdad es que me aterra el rechazo, pero estoy seguro del amor que me tiene y además de ello noté ese brillo brutal en sus ojos cuando le hablé del matrimonio y no habría atisbo de duda. 

 — Te responderé lo que louis te respondería— Articuló liam. Me quedo mirando la asombrosa vista y espero a que hable— Ella te ama y tú a ella, han pasado por muchas cosas que joder... sólo a ustedes les pasa y aún así siguen amándose con la misma intensidad. Ya son maduros, dueños de sus propias decisiones, incluso, ya tienen un buen estatus y una familia que los apoya en todo. ¿Crees que estaría mal formalizar su relación? ¿Acaso ella no se merece eso?

Sí, merece eso y mucho más. 

  — Amigo, si te preocupa que ella no esté segura de comprometerse contigo, déjame decirte que te estás comportando como un verdadero crío. Esa mujer muere porque tú le pidas matrimonio.  

Sonrío y bajo la cabeza totalmente complacido por las palabras de Liam. No pudo haberlo dicho mejor y eso en definitiva era lo que quería escuchar. La serenidad me inunda y no podría esperar más para ésta noche. 

Mi querido amo del sexo (Editando)Where stories live. Discover now