38 . Quiero más, harry

554 40 3
                                    

Hago silencio y no me opongo a su petición, de hecho, estaba completamente excitada por él y su temperamento hosco.

Lo halo de su camiseta y con una fuerza que desconozco la saco por su cabeza, muerdo mi labio y su manos posadas en mi cadera, casi lastimándome por el agarre, me aleja de cualquier pensamiento racional.

Me quita el pantalón, agarro mi blusa y me la quito, la dejo a un lado de la cama y deslizo mis manos por su cuello trayéndolo conmigo.

Lo beso, sus labios finos se pierden con los míos, la delicada y poderosa atracción crece a cada palabra, cada mirada, cada día, cada movimiento y yo no quería lidiar conmigo ahora.

Harry rompe mis bragas, me mira, sonríe y enarca una ceja tirando la tela al suelo. Halo su cabello con fuerza mordiendo mi labio inferior, siento su pene guardado en la tela del bóxer, lo siento en la superficie de mi vagina, me siento mojada y hambrienta de él.

–Hazlo, ya—Gruño.

Esconde su rostro en la curva de mi cuello, siento sus dientes en mi piel, jadeo. Dos de sus dedos entran en mi interior, su palma se flota con mi clítoris y comienzo a jadear.

Besa mi cuello, mueve sus dedos dentro de mí, no es suficiente, lo quiero a él y muevo mis caderas en contra de su dirección.

–¿Me quieres, jade?—Susurra.

Asiento entrecerrando mis ojos, aprieto mis labios y se detiene, saca sus dedos y abro los ojos para verlo. Baja su bóxer, su pene erecto choca con mi intimidad y lamo mis labios.

–¿Me deseas? —Sus ojos verdes se oscurecen y veo sus muslos tensarse.

Asiento nuevamente, mira mi cadera y se inclina penetrándome. Esbozo un oh y mis uñas se hunden en su espalda, se mueve dentro de mí, lo hace un par de veces y gozo de ello. Jadeo, él lo hace, solos en ésta habitación teniéndonos así, deseando llegar y volver a repetir el camino juntos.

–Juega conmigo, Harry, hazlo aquí.

Acaricio su mejilla, él sonríe y se detiene. Sale dentro de mí, se pone de pie y respiro agitada necesitando un orgasmo.
–Ponte boca abajo —Ordena.

Lo hago, abrazo la cama y escondo mi rostro en las sabanas. siento sus manos en mis muslos, abre mis piernas y siento su peso sobre mí, ladeo mi cuello y gimo.

Su pene me penetra, grito, porque me duele en la posición que lo hace. Muerdo la sabana, comienza a gustarme y me estremezco sintiéndome bien.

Su mano se desliza bajo mi vientre, levanto un poco mi cadera para dejarlo, sus dedos alcanzan mi intimidad y siento su dedos sobre mi clítoris, gimo su nombre y entre la cama y mi piel es un buen roce. Me penetra una y otra vez, no escucho nada más, mi mente se fue a otro lugar, el orgasmo se apoderó de mi cuerpo.

–Harry, por dios...

Siguió moviéndose, aún no llegaba, se dejó caer completamente sobre mí y escuché un gemido entre dientes, apretó mi clítoris y se detuvo. Llegó y mordió el lóbulo de mi oreja, cerré mis ojos y salió de mí.

Cayó a un lado y me volteé, aún tenía el sostén, sonreí y abracé a harry, respiraba agitado, se volteó hacia mí y me observó.

–Te regalo gran parte de mi pasado, gran parte que quedó aquí...

Su voz ronca me erizó la piel, deslizo mi mano por su mejilla hasta su cabello.

– ¿Quieres contarme?— pregunto mirando sus labios.

–Antes de conocerte, conocí a una chica... tenía mucha más edad que yo, y me gustó, no pasó nada entre los dos. Un par de días vino aquí y hablamos, ella estaba distraída y yo decidí hacerle una broma. Ella se sorprendió y tropezó, cayó por la ventana y... murió

Entre abro mi boca, me sorprende saberlo ahora, me entristece qué antes de estar yo, estuvo alguien más y... murió, miro sus ojos y lo abrazo.

–Pensaron que la maté, pero papá pagó un excelente abogado y me sacó de ese lío... sin embargo, yo era culpable, la había matado sin intención alguna.

–No fue tu culpa, sólo...

Me callé y fruncí el ceño sin saber lo que diría.

–Fue un acto inocente de tu parte

Él negó y me observó

–Luego de ello, su hermano mayor entró y me golpeó, permanecí un mes en el hospital, él dijo que esa era su lección por haber matado a su dulce hermana.

Parecía a gusto contarme su pasado, pero en su voz había un gran peso. Estoy sorprendida y aturdida, no lo haría notar, pero lo estaba.

– No salí de mi habitación por un año, luego de haber superado esa atrocidad ocurrió lo mejor y fue haberte conocido.

Sonrío y beso su labios.

–¿Alguien más sabe de ésto?

–No, mis padres y tú

Asiento y lo abrazo, escondo mi rostro en su pecho y lo beso.

–Quiero más, harry...

Sus manos acarician mi espalda y afinca su mentón sobre mi cabeza.

–¿Más de qué?

Me separo y lo miro.

–Quiero que tengamos mucho más sexo aquí

Mi querido amo del sexo (Editando)Where stories live. Discover now