Sakura
Por primera vez, estaba agradecida con mi esposo por enviar
a uno de sus “amigos” a buscarme. Sabía que pagaría las consecuencias por alejarme de su lado, pero no me inquietaba tanto como que Sasuke estuviera en la ciudad. Y me había
buscado.¿Por qué? Pensé que nunca lo volvería a ver. Pensé que me había librado de él muchos años atrás. Esperaba que se
olvidara de mí como lo hizo con todas las personas que lo amaban. No es que lo quisiera. Lo detestaba desde el primer
día que apareció en nuestra casa.Caminaba detrás de Jason, pero mi mirada nunca dejaba de buscar. De buscarlo.
Estaba allí. Seguía mirándome. Sentí sus ojos sobre mí, así como percibí su maldito y caro perfume que me molestó en cuanto invadió mis fosas nasales.
Se había convertido en uno de ellos. Uno de aquellos hombres ricos y crueles que quería mantener alejados de mi
existencia, a pesar de que estaba casado con alguien así.¿Cómo pudo entrar? ¿Cómo había superado la barrera de seguridad sin tener invitación?
¡Esta villa era una fortaleza, demonios!
¿Cómo había tardado en reconocerlo? Sobre todo, ¿cómo podría haberme sentido atraída por él tan pronto como sus ojos se posaron en mi cuerpo en el salón?Lo había vislumbrado mientras bajaba las escaleras e inmediatamente capté la mirada dura y profunda que se movía
entre todas aquellas insignificantes y egocéntricas personas.En seguida, la curiosidad por comprender quién era se había apoderado de mí. Ciertamente no era un peón de mi esposo.
Era evidente por la forma en que se movía, por cómo evitaba
encontrarse con los que importaban en esta ciudad y por cómo
me había mirado, sin ninguna vergüenza, sin miedo.Kabuto se detuvo abruptamente y me topé con él con su espalda. Se volvió hacia mí y me ofreció la habitual mirada
despectiva. No le gustaba, aunque no lo mostrara. Yo era quien echó a sus padres de su propia casa.La hija desagradecida que se había deshecho de su propia familia y de
toda su riqueza y que se casó con uno de los hombres más ricos de la ciudad.Una aprovechada sin escrúpulos.
Todo había cambiado desde la muerte de Sarada. Todo tuvo que cambiar.—Vuelve adentro, tu esposo ya está bastante enojado.
Kabuto conocía perfectamente el poder que el Dr. Shimura
tenía sobre mí. Sabía lo violento que era ese hombre y como
todos los demás, giraba hacia otro lado cada vez que mi cara
presentaba un nuevo moretón.
Apreté la tela del vestido y asentí ante sus palabras.A ritmo rápido, me fui a casa, junto a mi esposo. Pasé toda la noche con un nudo en el estómago. Sonreía y
respondía las preguntas que nuestros invitados me hacían sólo
por cortesía. Parecía un autómata. También estaba impasible
ante las miradas de advertencia que me daba el hombre que se casó conmigo.Cuando la fiesta finalmente terminó y el último invitado se fue, corrí hacia la habitación de arriba.
Danzo se había detenido para discutir con Kabuto, así que tuve unos minutos para tomar aire antes de que viniera a
desahogar su rabia conmigo.Fui al tocador, agarré una toallita desmaquillante y me la
pasé por la cara con movimientos rápidos.Cuando encontré mi mirada en el espejo vi que mis ojos se llenaban de lágrimas. Tiré la toalla sobre la mesita, fui al otro lado de la habitación, agarré el teléfono celular, lo encendí y llamé.
La voz al otro lado respondió tras un segundo tono.
—¡Esta aquí! Sasuke Uchiha ha vuelto —dije esas palabras mientras admitía que él estaba en Ciudad de México.
Me tenía que esconder. Ahora más que antes.
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ELLA ME PERTENECE
RomanceUna a una las noches, entre nuestras ciudades separadas, se suman a la noche que nos une. (Pablo Neruda) Esta historia no es mía ni los personajes me pertenecen ACLARACIÓN: Sasuke estaba casado con Sarada Pero no es Sarada su hija le puse este nombr...