Sasuke
No estaba claro para mí por qué estaba corriendo al chaletpara salvar a sakura
Después de lo que me había hecho, de lo
que había tenido que soportar por su culpa, también podíaignorar su vida.Ella había elegido mentir.
Separarse de mí.
Separarme de mi hija.
Me debía una explicación.
Esa era la razón. Quería saber la verdad.
Probablemente quería mirarla a los ojos y preguntarle por qué me había
privado del regalo más hermoso que la vida me había dado.O…
O tal vez era sólo una cuestión de venganza.
Esa era otra razón. Quería que sufriera, pero en mis manos y en las de
ningún otro.También había alguien más que quería encontrarme y era el Doctor, el que había trastornado mi vida y la de otros hombres y mujeres.
Tan pronto como los árboles de hoja perenne al costado del camino me dejaron ver la casa, sentí un apretón en el pecho.
Habíamos huido allí la primera vez que el padre de Sarada nos descubrió. Habíamos pasado tres días maravillosos, solos ella y yo, sin pensar en los demás, en el futuro, sino sólo en nosotros.
Sabía que el rostro de Sara estaba desapareciendo de mis recuerdos, apenas recordaba sus rasgos somáticos, tal vez porque ya no pensaba en ella como antes.
Probablemente porque ahora, alguien más ocupaba una gran parte de mi
mente.Aparqué el todoterreno no lejos de la entrada, salí del auto y Dark me siguió.
En la parte trasera sabía que había una entrada de servicio.
Esperaba que estuviera abierta mientras me movía hacia allí en
silencio.La maleza y la alta hierba que rodeaba la casa me dio a entender que no era muy frecuentada. Probablemente Sakura
no había venido aquí por un tiempo, recordaba su pasión, quería ser arquitecto y diseñar jardines, por esa razón nunca lo habría dejado en aquellas condiciones.Crucé el porche de madera blanca y vi que la puerta estaba abierta de par en par. Bien, así no necesitaría romperla, no haría ningún ruido.
Estaba impaciente por atraparlos por sorpresa, juntos.
Quería destruirlos.
Lo hubiera hecho con las armas adecuadas.
Tenía mucho a mi favor.
Era abogado y siempre ganaba en los juzgados y fuera de ellos. Siempre.
La puerta daba a una pequeña cocina. El olor a cerrado y a polvo se colaron en mis fosas nasales, confirmándome que
nadie había estado allí desde hacía un tiempo.Despacio me fui internando.
Dark caminaba detrás de mí, olisqueando cada cosa que
bloqueaba nuestro camino.Un disparo rompió el silencio petrificándome en el acto.
¿Qué carajo estaba pasando?
El pánico no me permitió moverme durante unos segundos.
Segundos que permitieron a mis miedos y pensamientos cruzar
por mi mente.
La muerte de Sarada.La muerte de mi hija.
ESTÁS LEYENDO
ELLA ME PERTENECE
RomanceUna a una las noches, entre nuestras ciudades separadas, se suman a la noche que nos une. (Pablo Neruda) Esta historia no es mía ni los personajes me pertenecen ACLARACIÓN: Sasuke estaba casado con Sarada Pero no es Sarada su hija le puse este nombr...