Sasuke
—La sacaré —Kakashi y Naruto me miraban mientras me movía de un lado a otro de la habitación. Al final, mi primo quiso venir.
—La sacaremos Sasu, tú lo sabes.
Solté un suspiro de alivio tan pronto como mi compañero pronunció aquellas palabras.
Habían llegado al amanecer, en el primer vuelo de Nueva York, confiaba en ellos, se habían convertido en buenos puntos de referencia durante aquellos años y juntos podíamos alcanzar cualquier objetivo, por lo tanto, ganar.
—Un millón de dólares —dije dando una calada al cigarrillo y miré directamente a Naruto. Mi primo asintió.
—La corrupción es el único medio que tenemos. Sakura ha sido acusada de homicidio y le irá bien si se sale con cuarenta años de prisión. Probablemente morirá antes.
Exhalé el humo y me apoyé contra el armario de la cocina. Me crucé de brazos y cerré los ojos.
—Es inocente, ¿verdad? —intervino Kakashi.
—Si hablamos de la muerte del doctor del carajo, sí. Aunque si hablamos de mi hija, ella es la primera y única culpable.
—No sabes por qué lo hizo —continuó.
—¡No me importa una mierda, Kakashi! Me hizo creer que estaba muerta. ¡Viví doce años creyendo que ella se había ido, maldición!
—Entonces, ¿por qué quieres sacarla?
—Porque estoy del lado de la justicia. Sakura no mató a Danzo y ningún juez la acusará de los crímenes que cometio su esposo. Si va a ser arrestada, debe ser por lo que hizo y no por ningún otro motivo. Además, su libertad era mi moneda de cambio. Habría hecho lo posible para que saliera de ese lugar,
pero le quitaría todo. Todo.—¿Estás dispuesto a pagar? —preguntó Naruto.
—Llama a tu contacto y pregúntale dónde y cuándo. Cuanto antes cerremos esta historia, antes podré abandonar este maldito lugar.
Mi primo asintió nuevamente, se levantó y salió de la habitación.
—Toda esta historia es surrealista, Sasu. —Kakashi se pasó una mano por el pelo.
—Bueno, tú también hiciste cosas surrealistas para recuperar a tu hijo —Él sonrió a medias.
Estaba a punto de casarse con una mujer que nunca había visto debido al chantaje de su exesposa, que no le permitía ver
a óbito, de sólo tres años. Pero le había ido bien. Habían pasado tres años desde que conoció a Rin y se enamoraron al instante.—¿Qué vas a hacer con Sarada?
Escuchar ese nombre fue como recibir un puñetazo en el estómago. La vida había sido cruel. Haber encontrado a mi hija removía la pesadilla de los últimos años, pero el hecho de llevar el mismo nombre de su madre era aún peor.
Todavía no tenía claro el porqué de la decisión de Sakura de mantenerme fuera de su vida. Me costaba creer que la única
razón hubiera sido el odio hacia mí. ¡Era difícil aceptar que me creía tan inepto como para ocuparme de mi hija! Era mía.Y ella me la había quitado.
—Ella me pertenece Kakashi y vendrá a Nueva York conmigo.
—¿Y Sakura? ¿Ella es su madre?
—Ella no existe. No tiene ningún derecho.
—¡Está hecho! Tan pronto como se complete la transacción
del dinero Sakura estará libre —dijo Naruto al entrar en la casa.
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ELLA ME PERTENECE
RomanceUna a una las noches, entre nuestras ciudades separadas, se suman a la noche que nos une. (Pablo Neruda) Esta historia no es mía ni los personajes me pertenecen ACLARACIÓN: Sasuke estaba casado con Sarada Pero no es Sarada su hija le puse este nombr...