Antes de partir

3.2K 188 12
                                    

Draco Malfoy caminaba a paso rápido por los pasillos de Hogwarts. Debía ir a cumplir su misión, pero Hermione lo había citado urgentemente en una de las aulas vacías del castillo y él simplemente no pudo negarse. Necesitaba verla una vez más antes de partir.

Cuando abrió la puerta del salón la vio caminando de lado a lado. Notó que ella estaba nerviosa, furiosa o preocupada. Tal vez todo al mismo tiempo.

Hermione levantó la vista y él pudo ver que sus ojos estaban llenos de lágrimas.

—Será esta noche ¿verdad? —preguntó. Draco se sorprendió, siempre había sido muy cuidadoso para que ella no se enterara de nada.

—¿Cómo lo sabes?

—Contesta, Draco. Nunca te he presionado para que me des los detalles de tu misión, pero necesito saber si estamos en peligro.

—Hermione... —no supo qué decir.

—Dímelo —lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas.

—Sí —corrió a abrazarla antes de que ella reaccionara. Hermione le correspondió y se aferró a él escondiendo la cara en su pecho. Aspiró su aroma varonil y escuchó el latido de su corazón. Se dio cuenta de que él estaba igual o más asustado que ella.

—Por favor, dime qué tienes que hacer, qué va a pasar.

—Sabes que no puedo. Cualquier sospecha de que dije algo provocaría la muerte de mi madre, o la mía.

—Pero ya sabemos que algo sucederá y nos estamos preparando, puedes hablar sin que sea sospechoso —lo miró suplicante y él suspiró.

—Hermione, lo único que tienes que saber es que te amo. Quisiera que todo fuera diferente y te juro que si mi madre no estuviera en peligro, no haría nada de lo que me han ordenado, pero tengo que hacerlo.

—Yo también te amo, Draco. Déjame ayudarte, por favor, dime qué vas a hacer.

—No —fue tajante. La tomó de las manos y le habló viéndola a los ojos—. Si te digo qué voy a hacer, no volverás a mirarme como lo haces ahora y yo no podría soportarlo. Tú eres una de las pocas cosas que me mantienen con vida, que me dan fuerzas para luchar. Solo espero que después de esta noche puedas perdonarme.

Hermione no estaba segura de poder hacerlo, no podía prometerle que lo perdonaría porque no sabía cuál era su misión. Le acarició una mejilla, lo abrazó por el cuello y lo besó con fiereza. Tenía miedo de lo que iba a suceder y de que sus sentimientos por él cambiaran esa noche.

—Draco, te prometo que lo intentaré. Quiero creer en ti, pero necesito que me demuestres que no eres un verdadero mortífago. Lucha, salva a tu mamá y búscame.

Él volvió a besarla, pero esta vez con amor y pasión. Acarició su cintura, bajando hacia sus nalgas y ella soltó un pequeño gemido. Necesitaba tenerla en sus brazos una vez más, solo una, porque no creía posible que ella lo perdonara, no después de que matara a Albus Dumbledore. Pero ya no había tiempo, así que la soltó.

—Debo irme —dijo Draco —y creo que tú también, te estarán esperando —ella lo miró con tristeza.

—Es verdad —caminaron juntos hacia la puerta —saldré primero y tú en un rato ¿sí?

—Está bien —la abrazó una última vez y besó su frente —te amo, nunca dudes de eso.

—Y yo a ti, mucho —se soltó de su agarre rápidamente y salió. Quería llorar, deseaba detener el tiempo y quedarse en sus brazos, pero no podía. Acababa de confirmar las sospechas de Harry: esa noche, los mortífagos atacarían Hogwarts.

***

Hermione y Luna corrían para ayudar a los demás miembros de la Orden del Fénix. Snape les había dicho que el profesor Flitwick se había desmayado y que se quedarán para atenderlo. Ellas le habían hecho caso pero después de un rato la Gryffindor había comenzado a sospechar de la situación.

Al llegar se encontraron con una gran batalla. Los mortífagos lanzaban hechizos a diestra y siniestra. Hermione se dio cuenta de que el Felix Felicis que Harry les había dado estaba salvándoles la vida porque los hechizos no los tocaban. Luna se quedó en esa zona y ella continuó su carrera, intentaba ayudar a quien estuviera en peligro, pero también buscaba a cierto rubio, necesitaba saber qué había hecho y si estaba bien.

Lo vio en el vestíbulo, iba con Snape y otro mortífago al que no reconoció. Se quedó en la sombra, sabía que no podría combatirlos a los tres. Como si sintiera su presencia, Draco volteó hacia donde ella estaba, no la veía, pero lo sabía. Hermione vio sus ojos grises ahora rojos y supo que él había estado llorando, en su mirada encontró pura desesperación. Se fijó en sus labios y leyó un "perdóname".

Hermione supo que a partir de esa noche todo cambiaría, incluidos sus sentimientos por él.

_____

🧡
¡Llegamos a 1K views! Gracias en serio por leer. Por favor voten y comenten, no saben lo feliz que me hacen sus notificaciones. 🥺
Un abrazo.

Dramione: One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora