Promesa de Navidad

2.4K 173 9
                                    

—¿Hermione, estás segura de que no vienes con nosotros? —preguntó Ron por enésima vez. Ni siquiera la deliciosa cena que servían esa noche en el Gran Comedor lograba callarlo.

—Sí, Ron —rio ella —estoy muy segura. Los alcanzo en una semana.

—¿Pero por qué querrías quedarte en Hogwarts? Estando Umbridge parece más una tortura que cualquier cosa —Harry también rio. Observaba muy concentrado la mesa de Ravenclaw, pero no se le escapaban algunos comentarios de la conversación de sus mejores amigos.

—Tranquilo, Ron. Solo necesito un par de días para terminar esos trabajos y estudiar para los TIMOs —bajó la mirada hacia su comida, mentirles a ellos dos seguía siendo difícil—. Además, mis papás todavía no vuelven de su viaje. Ya hablé con Dumbledore y él me ayudará a conseguir un traslador para ir con ellos en Navidad y en Año Nuevo iré a La Madriguera. Ya está todo arreglado.

—Está bien —dijo a regañadientes —sólo quería asegurarme.

A la mañana siguiente, Hermione acompañó a Harry y los Weasley a Hogsmeade. Después de que el tren partió se dirigió a La Casa de las Plumas. Caminaba entre las estanterías y se detuvo a observar una bella pluma negra y dorada. Unos fuertes brazos rodearon su cintura y ella se asustó, pero la voz en su oído la tranquilizó.

—Así que la comadreja no quería que te quedaras —Hermione cerró los ojos disfrutando del contacto y le acarició la mejilla.

—No —respondió —insistió mucho para que fuera con ellos.

—¿En serio se creyó esa historia de que querías estudiar? —dijo riendo. Ella se volteó para mirar sus ojos grises y rodeó su cuello.

—Bueno, tampoco era tan difícil de creer ¿no? Además, con lo que dije sobre mis papás no le quedó otra que aceptar.

—¿Y tus papás no se molestaron por lo que no pasarás Navidad con ellos?

—No... Pues creo que les dolió un poco —dijo triste —pero, Draco, esta podría ser la única Navidad en la que estemos juntos y a ellos los veré después. Solo quiero unos días contigo.

Él sabía que tenía razón. Su futuro era tan incierto que realmente podría ser la única oportunidad para disfrutar de las festividades juntos. Se inclinó para besarla, pero antes de llegar a sus labios un ruido proveniente del pasillo continuo los hizo separarse. Dándose la espalda, fingieron observar las vitrinas mientras las personas pasaban. Cuando esa parte de la tienda volvió a quedar sola, Draco se volteó.

—Nos vemos esta noche —le susurró y salió del lugar.

***

El Gran Comedor estaba inusualmente silencioso. Muy pocos alumnos se habían quedado y casi todos eran pequeños, los únicos mayores eran ella y Draco. Eso la tranquilizaba, y la silla vacía en la mesa de profesores aún más. Al parecer, Dolores Umbridge tampoco quería pasar la Navidad en Hogwarts. Y pensar que todos se habían ido para estar lejos de la cara de sapo.

Terminó su cena y se concentró en el libro frente a ella. Ya había hecho todos sus deberes, pero no desaprovecharía ninguna oportunidad de estudiar para los TIMOs. De cualquier forma, todavía faltaban un par de horas para verse con el Slytherin ya que, al ser los únicos prefectos en el castillo, debían encargarse de todas las rondas nocturnas.

Cuando llegó la hora se dirigió a la entrada de la biblioteca, su punto de encuentro. Él estaba recostado contra la pared y con las manos en los bolsillos.

—Hola, preciosa —se acercó y le dio un casto beso —¿qué quieres hacer esta noche? —ella lo miró confundida.

—Pues nuestras rondas ¿no? —él rio.

Dramione: One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora