Dramione: One Shots

Viaje con amigos

—Así que los Malfoy tienen una enorme casa en la playa, ¿por qué no me sorprende? —mencionó Harry observando la maravillosa construcción.

—Sí, San Potter. Tenemos una enorme casa en la playa —contestó Draco molesto pero con un toque de diversión.

El lugar tenía dos pisos, la fachada era completamente blanca y los grandes ventanales tomaban un color azul con la luz del sol. Una enorme puerta de roble oscuro se imponía en la mitad de la primera planta.

—No lo molestes, Harry. Lo importante es que pasaremos un grandioso fin de semana —dijo Ginny.

Draco los guio hacia la entrada donde una elfina los recibió. Les mostró las habitaciones y dejó que los invitados escogieran cómo acomodarse.

Hermione, Ginny y Luna eligieron un cuarto grande con tres camas; Pansy y Astoria otro con dos. Harry y Ron se acomodaron en una pieza, y Theo y Blaise en otra. Draco se quedaría solo en la habitación principal.

Todos sabían que probablemente no dormirían dónde y con quién habían escogido pero tocaba guardar las apariencias ¿no?

Cambiaron sus ropas y salieron a la parte trasera de la casa donde todo era aún mejor. Había una enorme piscina que a uno de los extremos tenía una gruta que cubría parte del jacuzzi, un bar, una gran parrilla y sillones que rodeaban fogatas de piedra. Más allá se veía la playa, el mar azul y un hermoso atardecer.

Después de cenar, las bebidas hicieron una rápida aparición y a la misma velocidad desaparecían. Había whisky de fuego, hidromiel y algunos licores muggles como vodka y tequila.

No era tan tarde pero ya el alcohol estaba haciendo efecto. Luna y Theo estaban sentados al borde de la piscina con los pies dentro del agua y charlaban cariñosamente. Hermione, Harry, Ron, Pansy, Astoria y Draco jugaban verdad o reto en una mesa junto al jacuzzi. La Gryffindor se excusó para ir al baño y se levantó tambaleándose.

Cuando por fin llegó a su destino abrió la puerta y tuvo que cerrarla con rapidez. Se encontró con una escena que preferiría no haber visto y ahora no podía sacar de su cabeza. Mañana hablaría seriamente con Ginny y Blaise.

Draco la encontró paralizada en el pasillo.

—¿Granger, qué haces? ¿No que ibas al baño?

—Sí, pero a ese no —se volteó y al dar un paso al frente tropezó. Draco alcanzó a sostenerla antes de que cayera y tomándola de la cintura la ayudó a caminar.

—Vamos a mi cuarto. Ahí hay un baño.

Hermione se dejó guiar y apenas vio el inodoro sintió cómo todo lo que había bebido comenzaba a subirle desde el estómago. Cayó de rodillas y abrazó el retrete a la vez que expulsaba el alcohol.

Draco alcanzó a cogerle el cabello y se lo retiró de la cara. Suavemente le acariciaba la espalda y le daba palabras de aliento. Ella estaba tan borracha que no se paró a pensar en lo vergonzoso de la situación y en lo amable que él estaba siendo. Al terminar, levantó la cabeza y lo miró fijamente.

—Qué lindos ojos tienes, huroncito.

Draco soltó una pequeña risa y le pasó papel para que se limpiara, la ayudó a levantarse y a enjuagarse la boca. La acostó en su cama y la cubrió con una sábana. Era una noche cálida pero el aire acondicionado podía enfermarla. Hermione se quedó profundamente dormida al instante.

Salió de la habitación y se dirigió al grupo de amigos que conversaban animadamente y bailaban. Theo y Luna se les habían unido.

—¿Quién hubiera dicho que nos volveríamos amigos? —se carcajeaba Astoria.

—O más que amigos, ¿cierto, Draco?

—No sé de qué hablas, Pansy.

—Yo te vi salir muy preocupado detrás de la castaña —lo molestó Theo.

Para cambiar de tema rápidamente, Draco les sirvió más alcohol y les propuso un nuevo juego.

—Sigan ustedes si quieren, pero yo me llevo a este apuesto pelinegro a mi habitación—. Pansy tomó la mano de un desorientado Harry que caminó muy feliz detrás de ella.

—Yo también prefiero ir a dormir —dijo Luna inocentemente —¿vienes, Theo? —él no se hizo de rogar y la acompañó.

Cuando se dio cuenta, se había quedado solo. Blaise había desaparecido con la mini Weasley hacía tiempo y Astoria bailaba muy acaramelada con la comadreja. Acabó con su bebida de un solo trago y entró a la casa.

No recordaba que había dejado a Hermione durmiendo en su cama y cuando la vio se debatió entre irse o dormir con ella. Su cabello castaño estaba revuelto y esparcido sobre la almohada, sus labios un poco separados y su pecho subía y bajaba suavemente al ritmo de su respiración.

Se veía tan hermosa que no pudo resistirse. Draco se quitó su ropa y se puso un pantalón de pijama. No quería sobrepasarse así que se acomodó a su lado de la cama mirando al techo y con las manos bajo la cabeza. Pensaba en todo y nada al mismo tiempo, a pesar de que había creído no tener sueño, sentía sus párpados hacerse cada vez más pesados.

Se sobresaltó al sentir cómo Hermione se había acomodado en su pecho y lo abrazaba fuertemente.

—Pensé que me dejarías sola —le dijo en un susurro.

—No creí que quisieras mi compañía —le respondió al tiempo que la rodeaba con sus brazos y la acariciaba.

—Te quiero siempre conmigo, Malfoy.

—Esa es tu borrachera hablando, Granger.

—Tal vez. Pero los niños y los borrachos siempre dicen la verdad —levantó la cabeza y le dio un suave beso en la barbilla.

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¡Hola! Quisiera saber cuál one shot les ha gustado más hasta ahora.
Espero sus comentarios, saludos.