Nunca había visto nada igual. El ambiente que se vivía en la final del Mundial de Quidditch era fantástico. El enorme estadio se alzaba en la mitad del lugar y las carpas de los fanáticos lo rodeaban.
Hermione Granger observaba todo lo que sucedía a su alrededor tratando de guardar en su memoria lo que sentía en ese instante. A su lado iba Ginny Weasley riendo y comentando lo guapo que era Cedric Diggory. Más adelante, Harry y los hermanos pelirrojos comentaban quién ganaría el partido, y encabezando al grupo iba el señor Weasley junto a los Diggory.
Entraron al estadio y se dirigieron al palco principal. No se asistía a la final de un Mundial todos los días y era una suerte que hubieran conseguido esos boletos. Al llegar a sus puestos se encontraron con todos los asientos vacíos a excepción de uno. Una pequeña elfina, muy nerviosa, trataba de no mirar al gran vacío que se extendía frente a ellos.
Poco a poco llegaron el ministro Cornelius Fudge, junto al ministro búlgaro, y otros representantes del ministerio. Todos conversaron animadamente con los Weasley, Harry y Hermione. Los últimos fueron los Malfoy. Elegantes y con aire aristocrático saludaron únicamente a los ministros y se sentaron.
Draco Malfoy vestía un traje negro con un saco cuello tortuga del mismo color. Hermione se dio cuenta de que su cabello había crecido y le daba un toque más juvenil y relajado. Cruzaron miradas por unos segundos, pero ella cortó el contacto y se acercó a Harry para charlar. La elegancia de esa familia la hacía sentir fuera de lugar. Ella vestía jeans, tenis y un saco verde con el escudo de Irlanda. También llevaba una diadema con antenas de tréboles.
Pero Draco pensó que se veía linda ¿linda? No, un Malfoy no podía pensar eso de una sangre suc... hija de muggles. ¿Qué le estaba pasando? Ya ni siquiera podía insultarla. Dejó de mirarla y se concentró en la cancha. Ya iba a comenzar la presentación de las mascotas de los equipos.
El partido pasó más rápido de lo esperado, pero fue realmente emocionante. A pesar de apoyar a Irlanda, Ron parecía enamorado de Viktor Krum y eso divertía a Ginny y los gemelos. Debido a su origen, Harry y Hermione nunca habían vivido una experiencia tan mágica y se sentían absolutamente felices.
—¡Krum atrapó la snitch! ¡Pero no es suficiente para ganar el partido! —gritó Ludo Bagman, comentarista del partido —¡IRLANDA ES EL CAMPEÓN!
El estadio estalló en vítores y fuegos artificiales verdes y blancos iluminaron el cielo. Hermione abrazó a Harry y junto a los Weasley corearon una barra. Por el rabillo del ojo vio que Draco sonreía y levantaba los brazos. Sus padres, aunque aplaudían, mantenían la misma expresión de asco en la cara.
El señor Weasley anunció que era hora de ir a las tiendas de campaña y todo el grupo se despidió del ministro y sus acompañantes e ignoraron a los Malfoy. Hermione miró por última vez a Draco y él le dedicó una pequeña sonrisa que ni él mismo pareció notar. Un poco desconcertada, siguió a sus amigos y se unió a la celebración.
***
En la zona de camping el festejo estaba en su punto más alto. Personas bailaban alrededor de las fogatas y bebían cerveza de mantequilla o whisky de fuego. El grupo liderado por Arthur Weasley se mantenía dentro de la carpa recordando las mejores jugadas, charlando y riendo.
—Afuera están enloquecidos ¿no? —preguntó Percy.
—Disfruta del festejo, hermano —contestó Fred.
—Deja la seriedad por una noche —complementó George. Los demás soltaron una carcajada que se vio interrumpida por los gritos del señor Weasley.
—¡Debemos irnos! —dijo —Agarren sus cosas y salgan ya. Fred y George cuiden a Ginny —nadie entendía qué sucedía—. No se separen.
—¿Qué pasó? —preguntaron Ron y Bill.
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Dramione: One Shots
FanfictionPequeñas historias sobre Hermione Granger y Draco Malfoy en diferentes lugares, situaciones y años. Para los amantes del Dramione. *Todos los personajes pertenecen a J.K. Rowling* *La imagen de la portada no es de mi creación, solo la edición* #9...