¿Qué?

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Bueno, Killua sabía que no tenía mucho más que hacer allí.

Sin embargo ¿de verdad iba a quedarse ahí sin mas? ¿Esperaría solo y mojado quien sabe cuánto tiempo?

Levantó un segundo su vista para ver los coches que pasaban por la autopista. Las nubes por fin comenzaban a disiparse; haciendo que la lluvia se detuviese, dejando un rastro deslumbrande donde el sol estaba presente.

Tomó un poco de aire sintiendo el aroma a tierra mojada y decidido se adentró al auto con él.

Tomó asiento en el lugar del copiloto.

Gon se asustó por un segundo.

- ¿Qué estás haciendo?

Preguntó algo indignado.

- Me siento contigo. ¿Enserio te vas a quedar aquí esperando? ¿No tendrás hambre?

Admitía que estaba siendo entrometido.

- Uh, bueno... No tenía otro plan que no sea quedarme aquí, no es como si pudiese hacer muchas cosas más. Yo...

Gon tenía hambre, pero de chocolates y un buen café. Había desayunado antes de ir, pero con todo lo sucedido, quería relajarse tomando otra buena taza.

- No tengo tanta hambre.

Solo era cuestión de tiempo que alguien llegase para ayudarlo. El problema estaba en que no sabía cuando.

El albino comenzaba a tenerle algo de pena.

- ¿Hacia dónde ibas?

Gon creyó que quizás lo decía por su traje tan formal.

- Oh, ¿Te interesa saber por qué me visto de esta forma o algo?

- Claro, me da curiosidad.

- Bueno... En realidad estaba por tener una estrevista de trabajo, pero pasaron un montón de cosas que hicieron que me retrase y bueno, ahora nisiquiera iré. Estoy mojado hasta los calzones y encima mis zapatos están llenos de barro. Ambos ensuciamos mi alforma y los asientos del auto. Si, yo... Estoy de maravilla.

Este no era el Gon positivo que quería ser. Mas bien estaba tan estresado que comenzaría a dolerle la cabeza.

- Fiuu.

Silbó Killua.

- Bueno, um... Se oye agradable.

Probablemente lo mejor sería que cierre la boca ¿no es así?

- Pescarás un resfriado si esperas aqui con tu ropa mojada. Ven conmigo a mi cabaña.

- ¿Qué?

"¿Disculpa?" pensó el pelinegro de mechitas verdes. Mientras que Killua de hecho se sorprendía lo bondadoso que podía ser algunas veces. Sí. No iba a dejar que Gon se quedara solo. Menos ahora que de hecho se acercaba la hora de comer. Probablemente serían las 11 y algo, tenía que ponerse a cocinar.

- Ven conmigo, comamos el almuerzo y charlemos un rato. Al menos hasta que llegue el "rescate" de tu amigo. Puedo prestarte ropa y así no te enfermarás.

Gon lo miraba incrédulo. ¿Lo decía enserio?

- Mejor no, gracias. Quiero irme a mi casa.

Parecía un pequeño infante triste y frustrado. Cualquiera que lo viese pensaría lo mismo. 

- ¿Por qué no? Vamos, te ves bastante cansado. Seguro que si vienes te relajarás en un santiamén.

Casi que parecía una propuesta indecente. Gon tampoco quería molestar y de hecho, ya era lo suficientemente raro que un extraño le ofreciese ir a su casa. Aún si fuese para "ayudar".

- No, ¿por qué sigues en mi auto? Me ayudaste y te lo agradezco pero de verdad quiero tener un tiempo tranquilo hasta poder irme a mi hogar.

Killua debería escucharlo. De verdad, estaba siendo un poco insistente aunque Gon también podía aceptar su amabilidad, en realidad el que estaba siendo pesimista era el mas joven.

- ¿Quieres algo?

- ¿Ah?

- Si quieres algo. Prometo que si vienes te lo daré, no importa que sea. No puedes negar esta oferta, te estoy ofreciendo bastante.

Ahora parecía que el que saldría ganando era el pelinegro. ¿Entonces, le estaba invitando el almuerzo, a cambiarse de ropa y ahora un regalo?

Los ojos de Gon se abrieron un momento por la sorpresa. ¿En qué estaba pensado?

La vaga idea de lo único que quería en esos momentos le llegó a su cabeza.

- ¿Chocolates?

- ¿Mh?

- Una barra de chocolate, por favor. Me iré un rato, solo hasta que lleguen las personas para ayudarme, y una barra de chocolate suena bien. Dulce, amargo, me gustan de las dos formas por igual. ¡Y que sea una barra grande!

Killua sonrió contento. Conseguir una de esas barras era incluso más fácil que cualquier otra cosa. Asintió a la petición del chico de ojos color avellana.

Eran un poco bonitos.

- Gon. Ayúdame a mover tu auto mas cerca de mi cabaña. Pasemos allí un tiempo, prometo comprarte todo el chocolate que desees.

Y con aquella gran motivación, el lindo chico aceptó.

❝Debiste decirlo desde el principio❞ - KilluGon┇GonKilluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora