❝Debiste decirlo desde el principio❞ - KilluGon┇GonKillu

Llamadas.

Marcando....

- Gon, ¿qué les dirás?

La cajera de aquel local miraba todo con ojos expectantes.

- Uh, no lo sé, sinceramente espero que el chico de la noticia no sea yo, ¿qué debería decirle a Kurapika?

El ojiazul pensó un momento.

¿Qué debía decirle? ¿Cómo explicaría la repentina llamada desde un número ajeno? Posiblemente decirle que todo estaba bien no iba a ser una respuesta que aceptaran facilmente. Necesitarían explicaciones, argumentos y dejarlos tranquilos con sus palabras.

- Gon, escucha.

Killua tomó al pelinegro de la muñeca suavemente, llevándolo unos cuantos pasos mas alejado de las demás personas para que nadie les escuchase.

- Tienes dos opciones.

Lo primero que se le había ocurrido al albino pensó que quizás podría funcionar.

- Diles que encontraste un sitio donde refugiarte luego de que te quedaras varado. A los costados de la autopista viste una cabaña y decidiste acercarte por tu cuenta, cuando entraste no había nadie. Mas tarde hallaste algunas personas que te ayudaron a llegar el pueblo, y hoy decidiste hablar con alguien para que te prestara su teléfono. Al final puedes decirle que estarás con ellos mañana.

¿Le creerían?

- O la segunda opción es intentar sonar tan convicente al decirles que estás bien que te dejen en paz hasta que vuelvas tú solito. ¿Cuál opción tomas?

La mirada color Miel de Gon comenzó a
picarse por un leve brillo de confusión y tristeza, ninguna de esas opciones era la completa verdad tan solo porque Killua no figuraba en ellas. Miró al chico cerca suyo y cuando este quiso soltar una palabra, el teléfono le fue tomado.

- "¿Hola?"

La voz de Kurapika.

El pequeño tembló un poco al no saber qué decir exactamente.

- "¿Quién es?"

Además de que le estaría mintiendo a uno de sus mejores amigos.

- Hum... ¿Ku.. Kurapika..?

Y del otro lado de la línea, un rubio atónito soltó un jadeo ante la sorpresa, cubriendo su boca con la mano.

- "¿¡Gon!? ¿¡Hablas tú!?"

Aquello aturdió al morenito.

- ¡S-sí! ¡Soy yo, Kurapika!

- "¡Gon!.... Gon....."

Se oyó un leve sollozo.

- "Gon.... M-mi pequeño...."

El nombrado mordía su labio, incapaz de controlar sus nervios irracionales.

- "Extrañaba tanto oír tu dulce voz..."

- O-oye, no llores por favor, o me harás llorar a mí también

Killua miraba al menor estar un tanto ensimismado, atento a lo que podía decir. Agradecía que aquella señora no se acercase y les dejara charlar en privacidad.

- "Dime por favor que te encuentras bien. ¿Qué has estado haciendo? ¿En dónde te encuentras?"

Se le escuchaba preocupado.

- Escucha Kurapika, estoy bien, tranquilo, no me ha ocurrido nada, estaré con ustedes denuevo en unos pocos días, solo confía en que estoy bien, ¿de acuerdo?