Anochecer.

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- ¿Cómo demonios es que no tienes una lavadora?

Preguntó el chico de cabellos oscuros.

Los dos estaban lavando su ropa y zapatos a mano, usando la canilla de la cocina, con distintos jabones para cada cosa.

Killua lo miraba espectante, ya acostumbrado a oírlo preguntarle cosas cada dos por tres.

- Simplemente no compré una.

Y sus respuestas siempre eran algo cortas.

- ¡Pues deberías! No sabes como te facilitaría el trabajo. Tus manitas también te lo agradecerán.

Aconsejó, cepillando la suela de uno de sus zapatos.

Eran ya las 9 de la noche y, de hecho, para sorpresa de Gon, la había estado pasando increiblemente bien. Era como si Killua solo fuese un amigo que casualmente lo invitó a tener una pijamada.

Mas bien sería un amigo del que realmente no sabía nada. Durante todo este tiempo habían charlado sobre cosas varias, como por ejemplo los amigos de Gon, los trabajos que había tenido, la comida preferida de ambos, ¡y hasta a Killua le había caido mejor Copito! se había encariñado con él bastante fácil.

[...]

"- El gato se parece a tí.

Dijo Gon unas 2 horas atrás, mientras que jugaban a uno de los juegos de mesa que el albino tenía; Monopoly.

- ¿Tu crees?

Tiró los dados. Un 6.

- Uno, dos, tres, cuatro, cinco... ¿Ah? ¡La cárcel! No puede ser...

Lamentaba, mientras que Gon soltó una risita. Era la primera vez que el peliblanco jugaba al Monopoly con alguien más, o eso era lo que decía. Quiso preguntarle si aquello era verdad. Lo encontraba bastante triste.

- Sí, son casi igualitos. Ambos tienen el pelo blanco, ojos azules y afilados, aparentan ser bastante perezosos y copito tanto como tú parecen querer jugar con alguien de vez en cuando.

Porque sí, hace tan solo unos momentos antes, los dos chicos habían formado una pequeña bolita de papel intentando hacer el experimento de si copito iba tras la pelota o no. Al final el gato sí fue a por la bola, y terminó destruyéndola con sus dientes y garras.

- Supongo que tienes razón. También me gustaría jugar con alguien de vez en cuando, asi como ahora. Ojalá estuviera tan despreocupado y tranquilo como un gato."

[...]

Hasta ahora, Gon no había terminado de entender sus últimas palabras.

Estaba consciente de que en realidad Killua le daba respuestas muy vagas a las cosas que preguntaba. A veces directamente prefería cambiar de tema y eso lo tenía un tanto confuso. Quizás era porque -obviamente- no le tenía suficiente confianza o simplemente no quería hablar de ello. Había llegado a la conclusión de que eventualmente podría ser algo más que eso.

El chico parecía ocultar algo; Sus gestos y expresiones lo decían muy sutilmente.

Es por eso que ahora, justo a las 11 de la noche después de cenar las sobras del mediodía y le armaran una pequeña camilla al gatito, se encontraban acostados en la habitación de Killua.

Killua en su cama y Gon en una cama improvisada a su lado, sobre el piso.

- No es justo que tenga que dormir en el suelo, soy tu visita.

Reprochó el menor, sintiéndose un poco frío por estar en el suelo con los climas actuales.

- Bueno, pero es mi casa.

Contestó el otro, haciendo que Gon formara un pucherito.

El lugar estaba bastante oscuro a falta de luz, pues los únicos sectores al que llegaba la electricidad eran la cocina y el living.

- Oye, Killua...

Habló Gon, mirando al techo.

Las dudas que él tenía en su cabeza no podían esfumarse por más que lo intentara, mas aún luego de suponer que el contrario ocultaba algo.

Comenzó a cuestionarse el porqué su necesidad de querer saberlo.

- Dime.

Dijo el otro.

- A lo largo del día te pregunté muchas cosas, pero no respondes nada muy completo. Es decir, no deberías de contarme si no quieres, pero...

Hizo una pequeña pausa. Killua pensaba por unos segundos que podía venirse algo bastante malo.

- ¿Hay algo que hayas hecho para no querer decirme nada al respecto?... es decir...

El peliblanco se quedó callado.

Quería saber lo que le impedía a Killua darle una respuesta mejor formulada en todos los casos. El mismo se movió entre sus sábanas y colchas.

- Las razones por las cuales no vienen a visitarme o el porqué de no tener un celular en realidad son mas complicadas de lo que parecen, Gon. ¿Notaste que tampoco tengo televisor?

...Sí. Sonaba extraño, pero lo había notado. Pese a tener electricidad en la habitación del living; no poseía radio siquiera. Quizo saber el porqué de eso también; pero ya no tuvo el valor de preguntar. Despues de todo supuso que tampoco tendría una respuesta.

- Lo noté. Me gustaría saber el porqué de eso también, aunque en realidad quiero saber muchas cosas. Eres bastante misterioso pese a ser tan carismático.

El albino lo escuchaba atentamente.

La luz de la luna ingresaba por su ventana, y las estrellas eran las únicas oyentes.

❝Debiste decirlo desde el principio❞ - KilluGon┇GonKilluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora