❝Debiste decirlo desde el principio❞ - KilluGon┇GonKillu

Injusto.

Al oir el melodioso canto de los pájaros, el chico albino despertó.

Abrió sus ojos lentamente, estirándose en silencio.

- ...Mmh?...

A penas podía modular algo cuando vió al morenito sentado en posición fetal a cierta distancia de él, observándole como si fuese algún tipo de experimento raro.

- ¿Qué estás haciendo?...

Estaba muy dormido como para levantarse. Se preguntaba qué hora sería, ya que... Bueno. Se había acostado un tanto -bastante- mas tarde de lo normal.

No sabía si tal vez había sido por la emoción del momento, porque simplemente se dejó llevar o porque se sintió extremandamente bien, pero no supo cuánto tiempo estuvo toqueteando a Gon anoche.

- Estas... ¿Rojo?

Le preguntó una vez pudo sentarse en su lugar.

Por otra parte estaba el morenito, quien no podía estar más avergonzado por todo lo sucedido. Killua no le había besado solo una, dos o tres veces; si no que nisiquiera sabía en cuantas oportunidades lo había hecho, y cada vez que lo recordaba solo se ruborizaba más y más.

[...]

"- Hazlo denuevo.

- ¿Mh?

- Por favor, hazlo de nuevo.

- ¿Te gustó?

Soltando una pequeña risita, tomó sus mejillas esta vez con ambas manos, uniendo sus labios sin permitir que el contrario se alejase.

El frío silencio de la noche en un segundo se redujo a "chasquidos" provenientes de los jóvenes.

- M-mh-

Nisiquiera le daba tiempo a Gon de reaccionar cuando nuevamente iniciaba otro beso.

Solamente se separaba en momentos donde el aire le faltaba, esto hacia que ambos soltaran jadeos."

[...]

- Gon-

- ¿Por qué lo hiciste?

Cuestionó. Le daba vergüenza hasta mirarle.

- ¿Hacer qué?

- ¡El beso! Tú- hum.. Los, besos, quiero decir.

El maldito pudor que sentía en ese momento.

- Ah.

Killua rió, con un tono de voz diferente al ser de mañana. El moreno evitaba a toda costa hacer contacto visual.

- Porque quería. En realidad, sentía muchas ganas de hacerlo, Gon, eres como.. Tan deleitoso de ver, y tus labios parecían muy suaves. Si estabas tan cerca de mí no podía evitarlo.

Y si el pelinegro antes estaba sonrojado, ahora estaba como un tomatito cherry.

- ¿¡Qué!?

Es que tampoco podía creerlo. Cuando finalmente se dignó a ver el rostro del peliblanco, este tenía una sonrisa socorrona.

Se supone que sólo las personas que estaban en una relación podían darse ese tipo de besuqueos.

- Oye, no fue para tanto, ¿Lo disfrutaste también, verdad?

Y... Sí. De hecho, más de lo que le gustaría.

Cuando Gon se despertó un rato antes que Killua, se sintió bastante acalorado; resulta que el mayor tenía un brazo alrededor suyo, muy muy cerca. Ahí fue donde se asustó y salió de la bolsa cuanto antes.