La realidad era que Gon se había estresado solo.Todo porque sobrepensó mucho algunas cosas.
De un momento a otro se hallaba sentado de espaldas contra una de las paredes del baño sintiendo el dolor de cabeza punzarle.
Toc toc toc.
- ¿Hola?
Hablaron del otro lado. Sorbió su nariz.
No iba a contestar. Se oiría su voz rota.
La puerta se abrió.
- ¿Gon?
Era Killua. El albino lo examinó en un instante, ahora con una expresión confusa, viéndolo en el suelo y acercándose sin dudar.
- ¿Qué sucedió?
Se supone que iba a despertarlo para darle los buenos días y decirle que el desayuno estaba hecho. No esperaba encontrarlo... así.
- El desayuno está listo, te gustará lo que preparé. Hoy fui a comprar muchas cosas solo porque tú te quedas, ¿sabes?
...Gon parecía no querer hablar, hubo un pequeño silencio.
- Hablemos en la mesa. Espérame unos segundos por favor.
Killua asintió. Salió del baño con un gesto extraño; suspirando.
Había llegado del pueblo un tanto cansado hace un rato, con dos cajas bastante grandes. A penas llegó a su hogar comenzó a vaciar todo lo que tenía dentro de ellas y preparó lo que sería el desayuno de hoy. Mientras el agua hervía en la nueva pava recién comprada, sirvió comida para Copito en un recipiente también nuevo.
Se dirigió hacia la mesa que él mismo había preparado, la cual tenía el desayuno de Gon; Una taza de café con leche y un trozo de chocolate amargo, junto el suyo; leche con cereales. Nunca compraba cereales. Le gustaban mucho.
- Viniste.
Le dijo al pelinegro quien refregaba sus ojitos y se sentaba con delicadeza enfrente suyo.
Su cabeza no tardó en pensar que se veía bien. Y mierda si se veía bien.
Se veía exageradamente bien.
Killua no había pasado por alto este hecho en ningún momento, solo que ahora le prestaba más antención que antes. Sus ojos grandes color avellana, su morena piel y bonita sonrisa, su llamativo cabello y dulce aroma. Lindo. Demasiado lindo. Tampoco pudo evitar revisar alguna que otra vez aquel bonito y redondo...
- Killua.
- Eh
Sus cejas se alzaron. Había hablado de repente y para cuando se dió cuenta; Gon tenía su boca cubierta de chocolate.
- Lamento mucho lo de antes, este desayuno está muy rico.
Parecía mas calmado. Sonrió levemente, agradeciendo la existencia del chocolate.
- No hay problema. ¿Te molestaría decirme que sucedió?
Comenzó a comer sus cereales.
- Bueno, en realidad es algo un tanto absurdo. No debería pasar, e intento cambiar! pero justo lo que pasó anoche hizo que piense de más. Es como...
Tomó su taza de café (notando que era nueva) y bebió un sorbito.
- Me dijiste de lo que te ocupas, y no es algo que esté precisamente bien.
Killua dejó de comer por un momento, mirándolo. Tenía razón pero ¿hacia dónde iba?
- Mi padre era igual. Aunque él no ganaba dinero, él mataba por matar. Aún así lo quería mucho y eso es raro de decir ¿cierto?... No debería de querer a un asesino, pero nisiquiera parecía ser uno. Mas bien era de las personas mas normales y cariñosas que podías conocer, sacando de lado ese hecho...
Su expresión cambió a una de tristeza otra vez.
Killua en realidad lo comprendía, y mucho. Siendo él también un asesino no podía decir nada; ya que tampoco presentaba muchas señales de serlo mas allá de su imagen, y justo en esos momentos se juraba a si mismo no volver a hacerlo nunca más. Pero desde el lado parental; toda su familia era una manada de delincuentes, incluyéndose por supuesto, y podía entender el sentimiento de Gon.
- Muchos psicópatas y asesinos no presentan ninguna actitud sospechosa, o tienen una personalidad un tanto cambiante ya sea para beneficio propio o no. Generalmente pueden ser manipuladores y fríos, me sorprende que haya sido cariñoso contigo. ¿Que pasó con él?
El morenito se quedó un instante callado.
- Mató a mi madre y luego se suicidó.
Y tal vez se había arrepentido de preguntar.
Notó como el contrario miró hacia abajo, apretando sus puños y frunciendo el ceño.
No tardó en volver a sollozar, recordando intensamente el momento en el que vió el cuerpo de sus padres un día de primavera; Exactamente a los 12 años. Un nudo se formó en su garganta.
Killua se levantó en su lugar mirándolo unos segundos. Acercó su silla, quedando al lado de Gon.
- Hey.
Sus hombros se tocaron.
- Pero aún así seguiste adelante, ¿verdad? Eres muy fuerte.
Gon refregó sus ojos nuevamente.
- Pasó hace algunos años, tuve que irme a vivir con mi tía. Le aprecio mucho. Esto no suele afectarme a menos que... Bueno, lo sobrepiense demasiado. Intento ser positivo la mayor parte del tiempo pero no me sale cuando pienso las cosas de más.
Al menos ahora tenía la vista en su taza de café. Killua le tocó el antebrazo, y Gon le miró.
- Entonces deja de hacerlo, no consigues nada bueno con eso. Es fácil para mi decirlo, lo sé, pero no imposible para tí intentarlo. Cuando estos pensamientos aparezcan, simplemente deja fluir tu mente en otra parte. Tal vez en Copito, o en alguna otra cosa que te guste. Inténtalo.
El albino alzó su mano, cruzando su pulgar sobre las comisuras del labio del otro. Quitó el chocolate que allí sobraba, lamiendo su dedo después.
- Hagamos algo hoy, no puedo esperar a enseñarte un lugar dentro del bosque. Suelo acampar algunas noches allí, las estrellas se ven fenomenales. Ahora que es de día podemos hacer un picnic y almorzar luego, hay una laguna en la que podemos pescar. ¿Qué te parece?
Y mientras Gon se quedaba atento escuchando sus palabras, asintió con la cabeza.
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❝Debiste decirlo desde el principio❞ - KilluGon┇GonKillu
Fanfiction❧ Gon manejaba hacia su entrevista de trabajo, un día nublado mientras disfrutaba de un dulce bombón de chocolate. Por desgracia, el lugar acordado para la entrevista quedaba bastante lejos. ¿Por qué justo cuando estaba a mitad del camino, su auto d...