❝Debiste decirlo desde el principio❞ - KilluGon┇GonKillu

En estos lugares.

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Mientras todo sucedía en la comisaría, unas horas más tarde ya era momento de preparar la cena nuevamente; Los dos jovencitos se pusieron de acuerdo para cocinar algún delicioso plato mano a mano.

De su unión salió un rico arroz con salsa, estuvieron felices con el resultado. Gon tuvo de postre una de sus deliciosas barras de chocolate, como no, y al cabo de unas horas de charlar pacíficamente, los dos se fueron a la cama.

Todo transcurría tan bien que el corazón de Killua se sentía en paz, (A excepción de la extraña desaparición del traje de Gon, claro).

Pensó en que quizás debía comprarle un nuevo traje a Gon solo para usarlo como excusa y llevarlo al pueblo con él, porque claro que ignorar el hecho de que aquello realmente había sucedido era hasta peligroso.

Estaba tenso, tal vez era hora de acortar su tiempo de hospedaje en esa cabaña por varios motivos; aunque eso significaba separarse de Gon también, y no es precisamente lo que quería. Al menos aún no.

De seguro habían ingresado por alguna de las ventanas mientras que él y el morenito estaban fuera, ¿Pero quién? ¿Habían descubierto su ubicación? ¿Cómo?

Miraba hacia el techo intentando conciliar el sueño. Pensó nuevamente en la idea de irse con Gon al pueblo.

De todas formas tendría que ir en algún momento para comprar los bidones de gasolina, pero en esta ocasión Killua lo pensaba mas como...

¿Una cita? Sí.

No.

¿O sí?

¿Qué tenía de malo querer salir con Gon? Compartir un día en ese unico pueblito que estaba disponible para divertirse con él. No sonaba nada mal.

De hecho sonaba maravilloso, además de que su tiempo juntos podría acabarse en cualquier momento.

Ciertamente esperaba que Gon estuviera de acuerdo, de seguro lo estaría. Era un poco espeluznante estar consciente de lo mucho que se estaba encariñando con el sujeto durmiendo en el suelo a su lado ahora mismo. Sin mencionar lo bonito que se sintió robarle unos cuantos besos.

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- Meow.

Copito se refregaba por el brazo de Gon. Al felino le resultaba fácil darse mimitos con la persona que le daba atención, comida y jugaba con él ya que este se encontraba en el suelo.

Unos minutos mas tarde, el mismo pelinegro de mechitas despertó sintiendo la suavidad de su mascota. Estando somnoliento accedió a darle caricias mientras despedía un gran bostezo; pudo observar por una ventana que el día estaba nublado. Los climas variaban bastante.

- ¡Hola hola!

Un animado Killua se asomó tras la puerta.

- ¿Qué tal amaneciste?, ¿Dormiste bien?, ¿Necesitas que te traiga algo? ¿El desayuno? ¿Chocolate? ¿Un abrigo?

- Killua.