P r e f a c i o

603 94 110
                                    

Con rabia retengo las lágrimas que nublan mi visión. La decepción, el ardor que me produce comprobar y ver la traición… es indescriptible.

Me habían mentido antes, me habían hecho sentir poca cosa, usada, una tonta. Pero esto… esto no se compara con nada que haya experimentado antes. Ni la muerte de mi abuela me lastimó de esta manera. Quizá porque tuve años preparándome para su partida. Y aunque uno nunca esté listo para decirle adiós a un ser querido… al menos estuve prevenida de qué pasaría, y me alivió de alguna manera que ya no sufriera.

Esto no.

Esto no solo duele... Me está aniquilando.

— ¿Qué harás ahora? — pregunta Victor frente a mí al otro lado de la mesa.

Guardo las fotografías y el video en mi bolso.

—Aún no lo sé —admito conteniendo el llanto con todas mis fuerzas—. Gracias por ayudarme con esto. Sin más me incorporo, pero su mano se cierra sobre mi muñeca, impidiendo que me vaya; —Tengo cosas que hacer, hablaremos luego— expulso impaciente por salir de aquí.

— ¿Adónde irás?

— ¡Por favor! Luego te llamo— lo miro suplicante.

Necesito irme. Desfogar mi enojo. Gritar, llorar como deseo.

—Isa...

—Por favor... — esta vez mi voz se vuelve un ruego lastimero.

—Me llamas, ¿de acuerdo? De lo contrario no estaré tranquilo— advierte serio.

Agito la cabeza de arriba a abajo.

Suavemente sus dedos se retiran soltándome, y salgo de la cafetería donde nos reunimos como alma que lleva el diablo.

Una vez en mi auto dejo el bolso en el asiento del acompañante, mirándolo con tristeza, con rencor; como si fuera la cosa más repugnante sobre esta tierra.

En su interior yace lo que acaba de romper con todo en mi vida, en mi mundo. Una bomba que destruyó mi felicidad, mi confianza… Mi corazón.

Aferro el volante con tanta fuerza que mis nudillos se vuelven blancos. Apoyo mi frente allí, pensando. La pregunta de mi primo Victor, surge de nuevo: ¿Qué haré?

Muchas opciones aparecen ante esa duda, pero ninguna que pueda devolverme nada. ¿Enfrentarlos? ¿Decirles que lo sé, y listo, todo se acaba? ¿Quedarme callada y esperar a que ellos me digan la verdad?

No serviría de nada.

Siento mi cabeza a punto de estallar. No tengo idea qué camino tomar. Lo único que sé, es que este dolor me esta desarmando por dentro.

Ambos vienen a mi mente, y miles de recuerdos se agolpan. Momentos felices y no tanto.

Ellos. Cada uno a mi lado.

¿Por qué? ¿Por qué nos hicieron esto?

Una vida de amistad con ella.

Años de amor con él, una boda próxima a realizarse.

Las dos personas más importantes en mi vida.

Las dos personas que acaban de aniquilar, mi amor por ellos.

Díselo A Tu Corazón © (Libro 1) Retos Al Corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora